Esta arritmia cardíaca suele pasar desapercibida en pacientes asintomáticos, pero puede prevenirse con exámenes médicos periódicos. Nuevos anticoagulantes y tecnología portátil mejoran el diagnóstico y tratamiento.
La falta de sueño afecta mucho más que la energía o el ánimo: incrementa la inflamación en el cuerpo y eleva el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes y deterioro cognitivo.
Un innovador dispositivo flexible libera medicamentos de forma programada directamente sobre el tejido cardíaco dañado. En estudios con animales, redujo en un 50% el daño al corazón y aumentó la supervivencia en un 33%.