El papa Francisco visitó México del 12 al 17 de febrero de 2016, recorriendo cinco estados con mensajes de justicia social, inclusión y esperanza. Su viaje dejó un profundo legado espiritual y fortaleció el vínculo entre México y la Santa Sede.
El motivo fue porque se negó a cantar los corridos que hacen alusión a la violencia y al crimen organizado, por la reciente prohibición legal del gobierno del Estado de México, para no hacer apología del delito que genera violencia por el crimen organizado en la entidad.