CIUDAD DE MÉXICO.- En junio de 2025, la actividad industrial se contrajo 0.1% mensual, con cifras ajustadas por estacionalidad, tras dos meses consecutivos de crecimiento. Esta caída se reflejó principalmente en la minería, que retrocedió 1.4%, y en la generación y suministro de energía, que disminuyó 0.2%, al igual que la construcción, con un descenso de 0.2%. En contraste, el sector manufacturero mostró un ligero avance de 0.3%, el único con desempeño positivo en el mes.
En su comparativo anual, la producción industrial registró una caída de 0.8% en junio, extendiendo a cuatro meses consecutivos la racha negativa.
Por sectores de actividad, la minería presentó una contracción significativa de 8.5%, mientras que la generación y suministro de energía retrocedió 3.8%. Por su parte, la construcción logró un repunte de 1.5% y las manufacturas se mantuvieron prácticamente estancadas. Cabe destacar que la minería acumula 24 meses continuos en contracción, la generación y suministro de energía cinco meses a la baja, y el sector manufacturero registra tres meses consecutivos de expansión.
En el análisis sectorial de manufacturas durante el primer semestre de 2025, con cifras originales, únicamente ocho de los veintiún subsectores mostraron crecimiento, lo que resultó en un avance marginal de 0.1% para todo el sector. Este comportamiento refleja una dinámica desigual y una presión persistente sobre la manufactura, limitando su contribución al crecimiento industrial.
La actividad industrial enfrenta un escenario complejo y desafiante en el corto plazo. La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos ha elevado la incertidumbre en sectores estratégicos como manufacturas y construcción, impactando tanto las exportaciones como la toma de decisiones en nuevos proyectos de inversión.
Esta situación se agrava por la debilidad persistente en minería y energía, así como por indicios de desaceleración económica en Estados Unidos, que limita la demanda
externa. Aunque ciertos subsectores manufactureros podrían encontrar apoyo en la demanda interna o en segmentos más resilientes, la consolidación de un crecimiento sostenido dependerá de la reducción de la volatilidad actual.
En este contexto, la recuperación industrial estará estrechamente ligada a la evolución favorable de las tensiones comerciales
y a un eventual repunte en la inversión privada.
AM.MX/fm