viernes, marzo 29, 2024

CABEZA DE PLAYA: El Rubicón catalán, inaplazable…

Carlos Galguera Roiz

 

El conflicto que tiene España con una de sus Comunidades Autónomas, cuyo gobierno busca un referéndum independentista, atravesamos, mi opinión, una coyuntura suficientemente “madura”, que debería propiciar una solución de fondo; es la propuesta, líneas generales, que pretendo articular en esta reflexión…

 

Si, solución de fondo; a raíz de infinitos forcejeos entre poderes enfrentados, que no las ciudadanías, como he podido constatar de primera mano…; resulta que el Presidente Catalán Puigdemont ha venido a Madrid para explicar lo ya sabido.

 

Pero en un gesto de “aproximación”, ha puesto sobre la mesa su disposición a pactar, parece ser, “casi” todo lo imaginable; la pregunta(s) a dilucidar, condiciones de esta consulta, circunstancias, porcentajes para evaluar este pulso, en fin, un cúmulo de ofertas, al parecer, abiertas…

 

Es el momento de hacer una jugada maestra, contraataque inteligente, sensibilidad llevada a sus límites, para afrontar esta delicada situación, interminablemente bloqueada…

 

Sugiero al Gobierno de Rajoy, que corte por lo sano este conflicto del secesionismo catalán, tomándole la palabra al Presidente Catalán y se muestre propicio a enfrentar este formidable reto, poniendo sobre la mesa, un cúmulo de condiciones, estrictas e innegociables, razonables a ojos de cualquiera…. Si no aceparan estos requisitos, las posiciones independentistas se desmoronarían como un castillo de naipes…

 

Veamos; aceptemos un Referéndum para pulsar la opinión de los catalanes. El resultado, si cumplen  las líneas señaladas, tendrá consecuencias a considerar…, dejémoslo así de ambiguo por el momento

 

Condiciones “sine qua non”

 

Habría una campaña de información sobre las consecuencias de una eventual independencia,  con absoluto acceso de los comunicadores, de una u otra postura, en riguroso plano de igualdad y en todos los medios de difusión catalanes…; esto daría entrada a voces del resto de España, como no lo han tenido nunca, últimos, digamos, 50 años…

 

Por otro lado, simultáneamente, hay que poner sobre las mesas de Cataluña, una serie de hechos; esta consulta, para ser siquiera digna de consideración, respecto a la independencia de esta Comunidad, debe tener un apoyo de un % sobre el censo, dada la importancia de la decisión y sus consecuencias, razonablemente alto, digamos un 60%…, a negociar, nunca abajo del 50

 

También, queda implícito pero habría que recalcar, difundir, documentar, explicar, contrastar, en todos los rincones de Cataluña que su independencia tendría, entre otras, tres consecuencias evidentes

 

La salida de este territorio de la Comunidad Europea, con todas sus derivadas implícitas en juego…

La exclusión del deporte catalán, en todos sus ámbitos, de las competiciones españolas…

Cierre de fronteras, controles, aranceles, seguridades, limitaciones…

 

 

Habría que perfilar más cosas, incluidas las positivas para Cataluña, como su posible acceso a Juegos Olímpicos

 

Aprobadas estas y otras condiciones, de obligada difusión y conocimiento general, buena parte de españoles, podrían, razonando adecuadamente, entender, incluso aceptar, esta posibilidad de referéndum…

 

Si se abre esta línea de negociación, todos los grupos independentistas tendrán que retratarse crudamente, dibujando futuros creibles, ante su ciudadanía…

 

Los resultados de la consulta, con las condiciones señaladas y otras razonables que puedan surgir, rigurosamente desarrolladas, tienen dos posibilidades de interpretación

 

Si no supera los parámetros establecidos, el independentismo queda fuera de la legalidad, con todas sus consecuencias

Si el independentismo supera las barreras señaladas y acordadas, Cataluña debe abandonar España, con todos los respetos, pero sin privilegios sobrevenidos…

 

 

Creo es la hora de afrontar el eterno conflicto catalán en toda su magnitud, buscando salidas de fondo, el Rubicón está a la vista, “Alea jacta est”.

 

El gran alivio, salga lo que salga, será para el conjunto del Pueblo Español, merece la pena intentarlo, salvando complejos e insolubles enquistamientos.

 

Hay que contemplar las voces ciudadanas, pero, como mínimo, perfectamente bien informadas, sobre todo en cuestiones cruciales, lejos de manipulaciones que, quizás, nos han llevado a estos pantanosos terrenos, de los que hay que salir, para bien de la mayoría y probable ruina de cacicazgos, larguísimamente larvados…

 

Si estos “padres de la nueva Patria Catalana” se opusieran a cumplir los requisitos a pactar, quedarían automáticamente exhibidos en las plazas públicas, sus aureolas, debajo de los caballos…; si cumplen y ganan, con todos los parámetros superados, desearlas buena travesía, aprenderán a amar a Dios en tierra extraña, lo han querido, mis respetos, no pasa nada, superaremos los desajustes que surjan, los  españoles seguiremos escalando…

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