Carlos Galguera Roiz
El retorno de la Sociedad Civil, ejerciendo actividades importantes en la dirección deseable, para reconducir los Sistemas de Gobierno que imperan en buena parte del mundo, muestras de agotamiento evidentes, implica un cambio de fondo en la entraña democrática vigente, que por ahora persiste y se aferra a la “imposibilidad” de otras formulas, lo cual podría ser falso de toda falsedad, aun con matices que cabría argumentar…
En primer lugar vamos a plantear los posibles vicios del Sistema actual, para representar las ciudadanías, que se ha consolidado como “intocable” y que es, pienso, raíz importante, quizás esencial de la problemática que estamos presentando.
Las elecciones democráticas que existen en muchos países del mundo, fuente de la asignación de los Poderes establecidos, con todas sus implicaciones, dan a las ciudadanías respectivas la oportunidad de elegir una de las fórmulas que nos presentan las diversas agrupaciones políticas…
Así que votas, cuentas las papeletas y a desarrollar sus consecuencias; ante los resultados obtenidos se organizan los repartos del Poder en liza, ahí está uno de los grandes vicios del modelo, que se ha consolidado en virtud de la idea incrustada, que este sistema es el único, “prácticamente”, que funciona…
Veamos pues, las ciudadanías, en realidad, quedan fuera de juego hasta la siguiente cita electoral; si un dirigente democráticamente elegido, una papeleta más que su rival, toma decisiones, para una parte significativa de la ciudadanía, perversas, la Sociedad Civil debería tener mecanismos suficientes, no esperar hasta los próximos comicios, para revocar esta ruta, sin que esto de pie a procesos revolucionarios terribles…
Para abrir paso a este planteamiento, es preciso establecer escalonamientos de Poder, para decidir en los diversos puntos neurálgicos de la respectiva nación, como Sanidad, Educación, Industria, Economía, investigación, Seguridad, Justicia…
Todo lo cual requiere de una armonización que proviene del Estado legítimamente constituido, pero esto no significa que las líneas decisivas provengan del Estado, proyectadas hacia los diversos escalonamientos, sino que el Estado debe recibir de estos las líneas de actuación que se deberían desarrollar…
Bueno, esto que planteo es apenas un esbozo de lo que pienso sobre el reajuste que se precisa, para establecer una revitalización de los Sistemas Democráticos que privan hoy en el mundo…; la tarea es ingente y las dificultades para poner en pie, con todos los matices que se quieran introducir, este paradigma liberador son enormes, pero creo darían entrada a nuevas rutas que la Humanidad está reclamando…
Pongo ahora como contrapartida y punto de referencia a seguir, el Sistema Científico, que la Humanidad ha forjado en el mundo, con algunos de sus cerebros más clarividentes. A finales del siglo XIX, buena parte de la Comunidad Científica, pensaba que todo estaba, prácticamente, descubierto a falta de algunos pequeños detalles…
Pues no, una magnífica pléyade de sabios, dieron la vuelta radicalmente a los modelos que explicaban la Realidad desde sus recodos más insignificantes; resulta que ahondando en las esencias de materia, energía, radiaciones… se encontraron e interpretaron estructuras que contradecían viejas realidades… todo esto dio pie a una fantástica revolución tecnológica, que cambió la vida de la Humanidad entera, todo en menos de 100 años.
Pongo delante de la mesa este mismo estilo de avances formidables, adaptados a los modelos sociales, políticos, económicos, tecnológicos…que prevalecen hoy y precisan ser radicalmente purificados.
Es un primer planteamiento…