Carlos Galguera Roiz
He estado inmerso una parte de mi vida en la, llamémosle Cultura Cristiana más radical, con la característica que estaba construida en parte con pilares válidos, inteligentes, abiertos…, fueron sobre los que se desarrolló mi Plataforma Educacional; Iglesia Católica y Jesuitas dentro de ella, como elite destacada, donde yo, simplemente, cursé asistencias…
Así fueron aterrizando a las atmósferas del mundo, mensajes proféticos desde estas Instituciones; pero claro, ajustar realidades extraordinariamente complejas, en plenos procesos evolutivos, con Principios y verdades ABSOLUTAS, como reclamaban, y reclaman, ciertos colectivos católicos, resultaba Misión Imposible…
Bueno, trataré de esbozar mis planteamientos y luego intentaré mostrar ciertas armonías con lo que pude rescatar de mi formación heredada, para encontrar vías de acceso hacia una Misión Posible, con palancas intelectuales abiertas a mis propios valores y visiones…
Para empezar, una verosímil – con todas las aproximaciones que quieras incluir – explicación de la estancia humana en el Siglo XXI; procedemos de una evolución de humanoides, pongamos 70.000 años atrás, en la que nuestro subgrupo de estos antecesores, se distinguió por ser los únicos animales con capacidad de creer en entes que solo existían en su imaginación, ficciones los llamaríamos hoy, que le aportaban soluciones a los grandes enigmas, que aparecían en demasiadas esquinas, imposibles de abordar por otros mecanismos…
Estamos hablando de dioses, naciones, imperios, dineros, derechos humanos, teorías políticas, sociales, religiones…; así se logró, dentro del Proceso Evolutivo, el Gran Salto, es decir cooperación en gran escala, entre humanos a través de mitos que ellos mismos habían creado, especie de Poderes unificadores, como los que hemos señalado más arriba, incluidas las religiones…
Ahora, 2021, estamos en capítulos avanzados de este paradigma humano, de tal suerte que podríamos considerarnos en el catálogo de dioses autogenerados, consecuencia de la Revolución
Científica, capaces de crear “vidas”, muy diversos formatos y niveles…; incluso superar barreras espaciales de nuestro propio planeta.
Bueno, ante este brevísimo linternazo de la situación humana 2021, podríamos decir que encontrar conexión de fondo entre este escenario y las interpretaciones que aprendimos en nuestra época de formación inicial, más de 70 años atrás, con sus múltiples y cambiantes eslabones, resulta ahora mismo tarea hercúlea, cercana a la imposibilidad metafísica…
Personalmente voy a aventurar mis hipótesis; si, como planteábamos arriba, nuestro punto evolutivo desde la figura humanoide, para llegar a nuestro actual status existencial, se basa en última instancia, en la implantación de Ficciones, entonces ahí puedo encontrar la posibilidad, pienso yo, de armar el Gran Laberinto, siempre y cuando logre encajar todas las piezas en sus lugares adecuados…
Traducción particular para la Religión Católica – realidad aplicable a todas las Religiones previas “traducciones” pertinentes – con sus cúpulas, sus gestas, bandazos interpretativos, insoportables para ciertas franjas de fieles…
Quizás se tendría que recolocar, el aparato católico, ante el panorama expuesto, como un inofensivo, benévolo intérprete que deja algunos mensajes- guía válidos, otros maravillosos, los de mas allá cuestionables, otros más acá falsos…
En el fondo, para mí, los personajes centrales del Catolicismo son Jesús, María y algunos acompañantes… mas allá de sus funcionarios terrenales, con sus coreografías, a veces contaminadas, al menos cuestionables, otras, he de confesarlo ahora, he conocido personajes del Catolicismo de una Calidad Humana excepcional…
Siento, es mi particular conclusión, que en este gigantesco galimatías que te presento, cabe perfectamente DIOS, siempre y cuando asignemos a esta figura, absolutamente inasible para nosotros, la hipótesis, por definición, que es capaz de encontrar rutas definitivas para nuestros laberintos y aceptemos que nuestra capacidad de entender al SER SUPREMO, si es que existe es corta, si no existe el tema pasa a ser semántico, no lo llames DIOS, llámale X, se acabó el ateísmo…
Te brindo una imagen final: saltar, como un pájaro recién nacido, posado en la rama de un árbol, sin saber nada mas, sin haber volado nunca…
Seguramente todo esto que he tratado de contarte, es inexplicable, pero es la aproximación que he logrado hasta la fecha, veremos después…
