Carlos Galguera Roiz
Vivimos una época donde muchos valores, incluso referencias han perdido su capacidad de orientar la gran marcha de los humanos. Un brevísimo recorrido por los grandes movimientos habidos en la Humanidad, últimos siglos, nos pondrán en posición para enfrentar el vertiginoso giro que ha dado el mundo en recentísimos tiempos…
Veamos; la aparición del Comunismo, con su numerosa y variada cohorte de acompañantes, supuso la contrapartida a un modelo, centrado en el Capitalismo y sujeto por viejas y sabias culturas europeas, muchas veces injustas, procedentes de la antigüedad, pero que portaban ciertas degeneraciones, después de su larga marcha por la Historia…
La entrada de los EEUU en los escenarios, incorporó valores anglófilos y generó un reacomodo de fuerzas y posiciones junto a los tradicionales imperantes, así se fraguó la llamada “derecha”; la jugada maestra fue que este consorcio, que tenía enfrente a los países que giraban en torno a las ideas comunistas, la “izquierda”, tuvo la visión estratégica de captar e incorporar la cara positiva de planteamientos comunistas justos, a través de uno de los pilares que marcó su marcha: el cristianismo, así abrió cauces para proyectar la Economía apoyándose en franjas de postulados izquierdistas…, mientras estos trataban de acoplarse a las nuevas circunstancias.
Dos guerras mundiales por medio contra el enemigo común, fascismo Hitleriano – ideología de supremacía racial, fuera de todo planteamiento razonable, justo, moral, incluso lógico…- que fue derrotado y así quedaron, frente a frente los dos bandos, derecha e izquierda que generaron la eterna guerra de los amagos, la “Guerra Fría”…
Pasó el tiempo y el bloque comunista, ante su fracaso económico, acabó implosionando, al mismo tiempo casi explosionó la China Comunista que, con una mística especial incorporada, entró en el juego económico de altura, con una eficacia tremendamente invasiva…
Por otro lado, países europeos se unieron para participar en la Nueva Danza, fue la Unión Europea, pero este importante y potencial conglomerado no acabó de configurarse como una entidad homologable a las Superpotencias en liza…
Bueno, entre todos estos juegos y rejuegos, el mundo fue caminando, un tanto a la deriva, un mucho entre formidables avances tecnológicos, sofisticación geométrica, maravillosa, incluso temible…, pero todo sin un rumbo claro; el viejo dicho “el que no sabe dónde va, nunca le soplan los vientos favorables” se ha ido haciendo patética realidad…
Damos un salto en el tiempo; así el catalizador definitivo de la entropía mundial, vino de la mano de un ser minúsculo, invisible, hablamos de “milésimas de milímetro”, el Coronavirus, Covid-19, que de pronto apareció en un punto del globo y tuvo una expansión gigantesca, inexplicable…oleadas sucesivas, ataques y repliegues. Este ser vivo, incluso con su identidad cuestionable, puso patas arriba todo el conglomerado mundial, tan trabajosamente labrado, durante siglos…
Así el Caos, que ha emergido hoy en nuestro mundo, social, político, económico, sanitario… es indescriptible, no hay palancas para encauzar esta deriva que padecemos. La muerte, perfectamente difuminada, incluso asumida desde el principio de los tiempos, ha aparecido con fuerza de la mano de esta Pandemia, incrustando su presencia en los subconscientes humanos, facilitando un nuevo tipo de gobernanza para los políticos, frente a ciudadanías asustadas…
Centrémonos en el Covid-19; el panorama a la vista es de tal complejidad, las variables en juego son tan indescifrables, complejas y numerosas, que pienso resulta imposible manejar, este gigantesco laberinto en que se ha convertido nuestra franja temporal del 2.020, por una sola “cuadrilla” terrenal, por muy galáctica que la queramos imaginar…
Llegados a este punto, hemos de reconocer algunas realidades; para empezar tenemos que admitir que el Capitalismo está hoy día, si no muerto, al menos moribundo, y esto lo dicen, no personajes del rojerío, que campan por las plazas del mundo, este hecho, que presupone un nuevo paradigma mundial es proclamado en estos momentos por Bill Gates, Bezos, Zuckerberg, Musk… todos ellos multimillonarios, pero que parecen tener una cierta “conciencia social”, han atisbado que el verdadero Poder ha cambiado de plataforma, ya no está en el capital, está en las Comunicaciones, la información, con sus poderosos tentáculos asociados…
Estos dirigentes del máximo potencial existente, posiblemente se plantean este lema: cambiar todo, conscientes que el capitalismo deja de ser factor determinante de Poder, para que la estructura de dominación, a través de los nuevos resortes sea en el fondo la misma, pero con otros juguetes en el escenario y los mismos beneficiarios, o parientes cercanos…
En este modelo que estoy esbozando se enmarcaría la nueva estrategia de conjunción, multimillonarios planetarios y ciertas franjas de la Izquierda, ávidas de entrar en las “Ligas Mayores”
Estoy pensando en estos modelos, en los que las palancas de motivación ya no son las que eran… todo lo cual requiere, quizás, nuevos planteamientos de fondo para el común de los mortales; la figura de Dios podría estar dentro de este grandioso reacomodo existencial, no lo afirmo, simplemente lo dejo caer como una posible hipótesis de trabajo…
En definitiva, estos cambios, un tanto inquietantes, que se avizoran por los horizontes, podrían ser preludio de marcos absolutamente inéditos, requisito sine qua non, aceptar la muerte con suficiente naturalidad, eslabón inevitable y liberador, tránsito hacia otras dimensiones, al menos para buena parte del peregrinaje humano…
Para llegar a estas cotas, tendríamos que navegar alejados de los tópicos, esas secuencias venenosas, paralizantes, que se incrustan en nuestras sociedades, que deberían ser evaporadas, para poder acercarnos a la verdadera acequia purificadora….
Simplemente, incorporar este tipo de visiones a nuestro subconsciente, podría ser la salida de los desastres que proliferan, los cuales se nos han pegado al cuerpo como sudarios, y la entrada simultánea al espacio liberador, el único camino…
CABEZA DE PLAYA: Desde la niebla, luces largas y cortas
