Carlos Galguera Roiz
El bombardeo es inmisericorde…
Recibo mensajes innumerables, la mayor parte de ellos francamente infumables, sobre candidatos a la presidencia mexicana, próximo 1 de julio; agresividad abundante, razonamientos medianamente presentables, desaparecidos…
Nunca me ha gustado este tipo de rifirrafes, usualmente violentos, escasez neuronal, abundantes decibelios, la peor combinación posible; he llegado a pensar, ante monstruos que exhiben pantallas de todos los calibres, como candidatos, ¿cómo es posible que sean votados, a no ser por gente de su misma catadura infernal…?
Rápido recorrido a los tres candidatos principales, tratando de exponer pistas para establecer preferencias con algún fundamento…
El candidato del PRI y Cias, José Antonio Meade, fue resultado de una extraña maniobra; no pertenece formalmente al partido, pero resulta explicable esta incorporación, ante el desprestigio ad infinitum de esta formación. Este aspirante tiene, según mis hipótesis, muy difíciles aceptaciones ciudadanas.
Este partido, larguísimo manejo monopólico del Poder, ha tejido, 80 años, fugaces escapadas, que al final le resultaron “rentables”, una inmensa red de lealtades, complicidades, enriquecimientos, impunidades, “eficacia delictiva” verdaderamente alucinante…
El régimen del PRI ha hecho cosas valiosas, vamos a admitirlo, pero ha tolerado terribles abusos por parte de sus cúpulas e innumerables cuadrillas paralelas; el balance no puede ser positivo para México. Pues bien el candidato de esta formación, José Antonio Meade, presenta un perfil de persona razonable, benevolente, bonachón incluso, prometiendo rectificaciones, pero a estas alturas del partido ¿quién puede creerlo?, más allá de numerosos coludidos y usufructuarios, con mil formulas perversas compartiendo sus cimientos…
Bastante hace el Sr. Meade para mantenerse en pie, con la que le está cayendo; pero debemos advertir que los mecanismos de supervivencia del Revolucionario Institucional, tienen palancas poderosas, recursos inmensos y conexiones de todo tipo, incluidas las non sanctas trampas múltiples en reserva, para mantenerse en las cumbres o al menos por cercanías, manteniendo centinelas protectores…
PRI en su prueba final, próximo 1 de julio, ahora sigue jugando al arrepentimiento, a futuros replanteamientos seráficos…pero el panorama evidente es que ha rebasado ampliamente su límite de repeticiones fallidas, como para que pudiera ser tolerable por suficientes mexicanos
El candidato de alianza PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, Ricardo Anaya, se presenta como persona preparada, intenciones positivas, convicciones para erradicar el panorama de corrupción, impunidad, violencia…que arrasan México; pero abordar el maremágnum que impera hoy en México, requiere experiencia contrastada, larga visión, conocimientos y decisión, no solo teóricos, reflejos felinos… algo de lo que no parece ir sobrado este candidato.
Pienso que Anaya podría ser una opción válida para el futuro, si sabe perseverar y aprender; de momento su edad no parece ser una alianza suficientemente válida para la batalla enorme que se vislumbra en el panorama mexicano…
Anaya, encabezando el conservador PAN, oportunidades clamorosas perdidas, unido a un clásico partido de izquierdas, PRD, con Movimiento Ciudadano entre medias, parece un batiburrillo demasiado complejo para el joven Anaya, sin haberse curtido lo suficiente. Riesgos probables a la vista, si ganara la Presidencia…
López Obrador lleva 18 años, o más, batallando por la regeneración del País; antecedentes priistas, fracasos reiterados, experiencia acumulada, sorprendente resistencia, amistades, aseguran las campañas para su desmontaje, cuestionables…etiqueta de izquierdas.
Interminable retahíla se ha orquestado en México, augurando un terrible futuro en nuestro País, si gana el líder de MORENA la presidencia de México, después de tantos fracasos, con “victorias” previas cantadas…
Aquí encuentro yo uno de los factores más valiosos de Andrés Manuel López Obrador; si con esa larguísima trayectoria política y jugando sus posiciones, diversas épocas, en terrenos tan contaminados como los que privan en las esferas públicas, si este señor se mantiene con el discurso de la denuncia y la regeneración, debemos admitir al menos, que esta tenacidad resultaría sorprendente en cualquier país, insólita para México, por decir lo menos…
El sistema mexicano, propicio para captar, o desaparecer, a sus oponentes, dándoles entrada a sus numerosísimos y bien dotados banquetes o eliminando a los incorregibles, no ha podido incorporar en sus nóminas a López Obrador, ni le ha ubicado en algún cementerio reconocible…
Algo inesperado, yo diría inimaginable; después de más de dos décadas luchando por las plazas públicas, mantenerse vivo y además coleando, parece de un merito notable, si puntuamos por lo bajo…
Bueno, valgan esas pinceladas, por si sirven en las reflexiones de alguien; soy consciente que pareciera que tenga un candidato favorito, solo debo decir que señalo, incluso con las precauciones necesarias, una opción porque no encuentro otra salida, entre lo disponible, para recuperar en profundidad la ruta de México hacia su grandeza, saliendo primero de sus miserias, que las tiene muy incrustadas….
No pertenezco a ningún partido, lo he dicho siempre, solo trato de razonar, compartiendo mis pensamientos, lo demás, sentencia evangélica, se dará por añadidura…