Carlos Galguera Roiz
Muchos años atrás la Volkswagen alemana atravesaba fuerte crisis de supervivencia; los costes no hacían competitivos sus modelos y los mercados grandes se alejaban de sus horizontes…
La dirección del gigante automovilístico tomó una decisión sorprendente, previas innumerables consultas, muchos estudios, multitud de alternativas sobre la mesa de los expertos, al final se convocó a todo el personal disponible.
Más de 80.000 trabajadores, todos los niveles, fueron citados en el campo de futbol del Bayer. Pantallas gigantes mostraron mensajes claros, resumidos, entendibles por todo el mundo. Se expusieron, líneas generales, los parámetros de su situación, el crecimiento esperable ante unas curvas de desarrollo, palpablemente a la baja
Luego aparecía la propuesta, objeto de la concentración; congelación de prestaciones y rebaja de salarios un 10%, durante 5 años, así las curvas de crecimiento se disparaban, la conquista parcial del difícil mercado americano, era el gran objetivo de la interesante maniobra…
La oferta estaba a la vista; lenguaje realista, sonaba creíble, los trabajadores de Volkswagen recuperarían posiciones previas a la crisis, con claras ventajas y su Compañía se convertiría en una de las grandes del mundo, sector automovilístico…
Había que votar, se trataba de saber si los trabajadores estaban dispuestos a afrontar este fuerte sacrificio y apostar por este reto o proseguir la marcha actual, horizontes limitados, cuestionables, pero manteniendo sus sueldos, mientras la Compañía intentaría sobrevivir…
Todo este escenario contrastado, verificado, avalado por profesionales confiables, la votación fue contundente; creo recordar, las papeletas que aceptaron la ruta del sacrificio, se acercaron al 85% de los trabajadores convocados…
El éxito de esta arriesgada maniobra fue impresionante, está a la vista, incluso antes de los 5 años pronosticados la Compañía alemana, se había situado claramente en la senda del éxito grande y los sacrificios solicitados fueron acortándose en tiempo y cuantías, para entrar en el nuevo ciclo de avances sólidos…
Bien, recuerdo este relato, fue un Seminario al que asistí en uno de mis primeros trabajos como Ingeniero, esta historia me ha servido como referente para multitud de conflictos que he debido afrontar en mi vida profesional, diferentes circunstancias, múltiples matices…
Me viene ahora a la memoria esta historia, como posible pista, con los debidos ajustes, para afrontar la gran polémica que se ventila en México, con motivo del proyecto Súper Aeropuerto, que habrá de enfrentar el próximo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Algunos analistas critican la diversidad de posturas que ha expresado el presidente electo, en torno a este tema, aparentemente contradictorias algunas de ellas, pues bien, en la última jugada, según mis noticias, trata de convocar un referéndum, ante la magnitud, circunstancias y dudas razonables, surgidas…; llamado para que todos los mexicanos decidan la viabilidad o revocación de esta gigantesca apuesta económica, incluyendo amplias repercusiones….
Este planteamiento puede ser visto como una maniobra populista del futuro presidente de México, al pasar la decisión de una cuestión, gran calado, enorme complejidad, solicitando a millones de mexicanos su opinión ante tamaño desafío, múltiples vertientes y con millones de consultados, buena parte de ellos sin conocimientos ni preparación para dilucidar estos laberintos…
Si, cabría tachar como populista esta sugerencia que ha puesto sobre la mesa el futuro presidente; yo no la veo así, con mi perspectiva intelectual, la puedo visualizar como una posible, apasionante, sin duda difícil, jugada maestra…
La clave estaría en proponer ante la ciudadanía mexicana, el panorama de la gran obra aeronáutica, en términos absolutamente entendibles, destacando la situación actual, ajustes, revisiones necesarias, limpieza de participantes y participaciones, ventajas del proyecto, previsibles resultados, inconvenientes a afrontar, oportunidades, repercusiones…
Es posible tener éxito en la consulta, si usamos herramientas adecuadas, ponemos en juego todas las precauciones posibles, imaginación, inteligencia, honestidad… imprescindibles palancas en este insólito sondeo millonario…
No seamos agoreros, si se plantea bien la cuestión, podríamos lograr que la gran ciudadanía se involucrase en este gran hito para nuestro desarrollo; los mexicanos, estoy seguro, podrían entenderlo, grandes rasgos, razonamientos simplificados pero rigurosos, inteligentes, poniendo sobre la mesa el nivel de sacrificios que esta gigantesca obra va a representar, el orgullo de participar en esta escalada, junto al aliciente de los beneficios esperables…
Esta consulta debería representar un salto cualitativo importante, en la participación ciudadana, acorde al nuevo estilo de gobierno que Andrés Manuel López Obrador ha prometido a los mexicanos, acercándolos a la corresponsabilidad, superando incluso a muchos países que presumen de democracia con máximos quilates…
Podría ser, pienso, un movimiento social interesante, no como un precedente repetible, frecuente, sino una prueba de fuego en una coyuntura excepcional…; en toda esta gran aventura, los logros y las precauciones deberían estar perfectamente sincronizados y los complejos, que tantas veces y tiempo nos han lastrado, deben ser colocados en su sitio, el pasado…
Concluyo, no, no me dan miedo las consultas si las planteamos en profundidad, con inteligencia y honestidad, como la que estamos comentando; me aterran, eso sí, los juegos de consultas, trasfondos manipuladores, muchos de ellos con uniformes aparentemente democráticos, que proliferan por esos mundos de Dios, sin mayores vergüenzas…