Luis A. García* / Círculo Latino de Estudios Internacionales (CLEI)
*Cuatro economías emergentes fundaron el grupo en 2006.
*La última en sumarse fue Sudáfrica, incorporada oficialmente en 2011,
*Esas naciones poseen grandes poblaciones y dimensiones estratégicas.
*Sus recursos naturales son inmensos, casi infinitos.
*El origen para la creación del acrónimo se debe a James O´Neill.
*Enfoques comunes en temas importantes y colaboración institucional.
En los organismos que participan en las decisiones que definen y perfilan la economía internacional, y también en centros globales de estudio e investigación, se emplea la sigla BRICS para referirse conjuntamente a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Originalmente se hizo referencia al grupo BRIC, sin la letra S, debido a que el país africano se unió al grupo hasta 2011; pero el BRICS es el acrónimo actual de una asociación económica y comercial de cinco economías nacionales emergentes que, en la década de los 2000, eran las más prometedoras del mundo.
Los integrantes de grupo BRICS fueron considerados el paradigma de la cooperación Sur-Sur, aunque luego esta interpretación fue cuestionada dadas, las contradicciones entre los intereses de China y los demás miembros y la pérdida de proyección económica.
Estas naciones tienen en común una demografía potente y grandes poblaciones (China e India están por encima de los mil trescientos millones, Brasil y Rusia arriba de los ciento cuarenta millones), un enorme territorio (casi 38,5 millones km²), lo que les proporciona dimensiones estratégicas continentales, y una inmensa, casi infinita cantidad de recursos naturales.
Y, lo más importante, las enormes cifras que han presentado de crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) y de participación en el comercio mundial en los últimos años, lo que los hace atractivos como destino de inversiones.
El origen del acrónimo BRIC, acuñado en 2001, se debe al economista James O’Neill, quien ideó esas letras para agrupar a los principales mercados emergentes, aunque los países no asumieron la propuesta oficialmente hasta 2008.
El 20 de septiembre de 2006, los ministros de relaciones exteriores de Brasil, Rusia, India y China se reunieron en Nueva York -capital mundial de las finanzas- con motivo del debate general de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El ministro de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que saludaba los “acuerdos interesantes que hablan del interés de los cuatro países en institucionalizar nuestra colaboración”.
Desde ese encuentro en 2006, los cancilleres y ministros de relaciones exteriores de esas naciones se habían reunido previamente en cuatro ocasiones, incluyendo una primera vez en Ekaterinburgo, Rusia, el 16 de mayo de 2008.
La declaración en la ciudad que escenificó el final de la dinastía Romanov en julio de 1918, tras el asesinato del zar Nicolas II y su familia, formuló enfoques comunes a temas importantes de para los miembros del BRICS, uno de cuyos documentos señalaba:
“Además de haber fracasado en su intento de promover el desarrollo a través de sus políticas de ayuda., ni siquiera han conseguido aproximarse al cumplimiento de las metas que ellos mismos se fijaron su agenda internacional”.
Y proseguía: “Si la ayuda del norte resulta no ser el camino, quizá la cooperación mutua entre las naciones menos desarrolladas sí lo sea, en el marco de una coyuntura financiera internacional favorable, dado que modelos de crecimiento novedosos y sustentables están surgiendo a partir de los intercambios Sur-Sur”.
Así fueron completándose los lazos entre las naciones del grupo, inicialmente con las reuniones de los ministros de Economía y Hacienda en Sao Paulo, Brasil, el 7 de noviembre de 2008 y en Londres, Reino Unido, el 13 de marzo de 2009.
El año de 2015 fue la fecha límite que se fijaron al arrancar el siglo XXI, los países reunidos en las Organización de las Naciones Unidas (ONU) para cumplir con los objetivos de Desarrollo del Milenio.
Sin embargo, a partir del estudio de los escasos avances, cuando la mayoría de las naciones del mundo estaba a medio camino del plazo fijado, las tendencias indicaban que el cumplimiento de los compromisos era imposible.
Los esfuerzos de aquellos países ricos -como lo consignaba en 2015 la ONU-, que han mostrado una mayor voluntad política actuar, además del que han debido realizar los receptores de la ayuda, son insuficientes para generar suficiente crecimiento, como el que propuso el BRICS al ser lanzado en 2006 en la antigua capital del imperio de los zares de Rusia.
*Coordinador Ejecutivo del CLEI, Cdmx.