Francisco Rodríguez
Esta semana los mexicanos nos dimos el lujo de conocer, en vivo y en directo, cómo es que se amasan las grandes fortunas en México: con lambisconería, colocándose en el vergonzoso papel de tapete, mostrando extrema sumisión.
En ese triste papel vimos la mañana del martes 27 de agosto al hombre más rico de México y, en algunos momentos del pasado reciente, a quien también lo era de todo el mundo mundial.
Escuchamos atónitos a quien todos los días se lleva a los bolsillos cuando menos un dólar de toooodos los teléfonos celulares que hay en México y en buena parte de Centro y Sudamérica que se calcula son 150 millones, nada más.
Sí, vimos y oímos a Carlos Slim en el papel de ¡lisonjero de la 4T!
¿Fue así, con lambisconerías, que se ganó el favor de Carlos Salinas de Gortari para que éste le regalara Teléfonos de México? ¿Es la zalamería hacia los políticos poderosos lo que le ha conseguido ampliar su imperio económico apropiándose prácticamente de ese otro negocito que es la Bolsa Mexicana de Valores? ¿Los contratos para sus constructoras? ¿La extensión por todos los rumbos de sus plazas comerciales?
Y es que, lea usted una tras otra lo que Slim dijo esa mañana, a contrapelo de lo que muchos de los empresarios piensan y, muy probablemente, de lo que él piensa en realidad:
Lo que usted diga, Presidente
“… todos hemos estado 100 por ciento de acuerdo en combatir la corrupción, la impunidad, crecer al cuatro por ciento, bajar el gasto corriente, etcétera. Creo que hay una unanimidad, hay un gran acuerdo.”
“… lo que nos está faltando ya lo anunció el presidente, ya lo comentó ahorita de manera sutil, muy rápida, lo que falta es hacer es la inversión masiva que es la que genera actividad económica y empleo.”
“… ¿si hay confianza por parte de los inversionistas para ejecutar o para invertir desde el punto de vista del sector privado?, hay mucho interés, hay mucha confianza.
“… yo estoy convencido que vamos a crecer bien y pronto, no este año, probablemente este año no sé si crezcamos o no crezcamos, creo que es intrascendente, lo relevante es que hay un potencial y grandes posibilidades de crecimiento, como se han planteado a través de estas grandes inversiones y que los recursos ahí están y que los proyectos ahí están.
“… la política que se ha establecido, que además yo estoy totalmente convencido que es la mejor, de que se empiece a buscar que la gente tenga un ingreso, particularmente los jóvenes, etcétera, el consumo de bienes populares ha estado subiendo, pero el chiste es que suba la economía en general.”
Pues eso es.
Y AMLO, muerto de la risa
La imagen de esa “mañanera” también queda para la historia.
Al frente, el poder político: el Presidente de la República, hilarante.
Atrás, formaditos, los capitostes Slim; el gerente Carlos Salazar representando los intereses de los dueños del dinero agrupados en el elitista Consejo Coordinador Empresarial, y Carlos Ruiz Sacristán, ex titular de la SCT, cuya fortuna y la de su gemelo crecieron exponencialmente durante los gobiernitos panistas, representando los intereses de la transnacional Ienova.
Los tres tuvieron que abandonar sus mullidas camas, salir de entre las sábanas de seda antes de las 5 de la mañana… como lo hacen a diario miles de sus trabajadores.
Y ya muy bañados y peinados, AMLO los exhibió: zalameros, lambiscones, como son. Como han hecho sus fortunas: colocándose de tapetes del poder político de cuya teta quieren seguir mamando, ¿no cree usted?
Y AMLO ¡risa y risa!
¡Los doblegó!
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