Adrián García Aguirre / Cdmx
*Posee más de ochenta años de historia.
*Ha ganado fama al ser uno de los mejores.
*La familia Arroyo lo fundó en 1940.
*Don Pepe y doña Mari, sus creadores.
*Jesús, el buen Chucho, continuador de una tradición.
“Dentro de la historia de la gastronomía mexicana es importante mencionar a los restaurantes, establecimientos que comenzaron en el siglo XIX, cuando fondas y cafés se multiplicaron en el Centro Histórico de la Ciudad de México”, dijo Jesús Arroyo en una entrevista que guardamos en la gaveta de los recuerdos.
Conocedor como pocos personajes del ámbito gastronómico nacional, contó que, en un inicio, tuvieron una fuerte inspiración mexicana, y así se adentró en la historia y narró que, no fue sino hasta el siglo XX, cuando la modernización provocó que llegaran nuevas propuestas: comedores industriales, cocinas económicas y restaurantes de alta cocina.
Como en el caso de su familia, el matrimonio Arroyo Aguirre sin querer se percató que muchos de ellos reflejaban los cambios sociales y económicos de la capital, combinando tradición, innovación y diversidad multicultural.
Es por eso que, a continuación, consignado por uno de sus protagonistas, contaremos la historia de uno de los restaurantes más importantes de la Ciudad de México, reconocido, además, por ser el más grande del mundo, si se tiene en cuenta su capacidad para más de dos mil comensales.
Aquí te contamos más detalles en voz de uno de sus grandes personajes, el buen Chucho Arroyo Aguirre, primo del alma, continuador de una dinastía y de una tradición.
En resumidas cuentas, no es necesario decir demasiado para saber cuál es la historia del restaurante mexicano más grande del mundo, y según el contexto de Chucho, se trata del Restaurante (con mayúscula) Arroyo, establecimiento ubicado la avenida Insurgentes, en Tlalpan, al mero sur de la Ciudad de México.
Fue fundado en 1940 por José Arroyo y María Aguirre, quienes buscaban crear un lugar simbólico en la historia de la gastronomía mexicana., y todo comenzó como un modesto negocio con una tabla y dos tambos a modo de mostrador, en donde cada domingo se ofrecía a los paseantes barbacoa estilo Tulancingo, hasta volverse uno de los emblemas de la Ciudad de México.
“Con mucho orgullo, puedo decir que, con el tiempo, se transformó en el restaurante mexicano más grande del mundo, con una capacidad para dos mil comensales que caben en nueve salones, cuya especialidad es la barbacoa de borrego, la cual es horneada al estilo tradicional de estado de Hidalgo, acompañada siempre de consomé hecho con los jugos naturales de la carne”.
De igual manera, el menú que Jesús muestra incluye carnitas, mixiotes, chiles rellenos, huauzontles, mole y cecina, junto con su ambiente festivo: “Es así como el Restaurante Arroyo se ha vuelto uno de los favoritos de los capitalinos, ya que pueden disfrutar de música en vivo, así como de bailes folclóricos que celebran la cultura mexicana.
Más allá de ofrecer grandes platillos de la gastronomía mexicana, el local cuenta con una plaza de toros en donde también se han llevado a cabo diversas celebraciones como obras de teatro, festivales taurinos y conciertos.
El Restaurante Arroyo ha sido frecuentado por numerosas personalidades de distintos ámbitos, como políticos, artistas y toreros, entre ellos la actriz María Félix, quien solía celebrar su cumpleaños en este emblemático establecimiento, disfrutando de la música de mariachi y la comida tradicional.
Asentado en Insurgentes Sur 4003, Santa Úrsula Xitla, alcaldía de Tlalpan, el negocio abre sus puertas los 365 días del año de 8:00 a 20:00 horas, y si queremos disfrutar de sus platillos sin salir de casa, ofrece un servicio llamado “Itacate”, que permite llevar o recibir a domicilio los platillos más emblemáticos del menú.
Con más de ocho décadas de historia, el restaurante de los hidalguenses Arroyo no solamente representa un modelo culinario, sino también un espacio de encuentro comunitario que, con su legado familiar, su cocina tradicional y su compromiso con la cultura, lo consolidan como un referente indispensable del patrimonio gastronómico de la Ciudad de México.