Por José Antonio Chávez
A primera hora los senadores de Movimiento Ciudadano en voz de su coordinador, Clemente Castañeda denunciaban que su compañero de bancada por Campeche estaba, prácticamente secuestrado o detenido por órdenes de la gobernadora, Layda Sansores.
Que junto con su padre, ambos habían sido privados de su libertad, naturalmente que esa denuncia levantó ámpula y obligó al líder del Senado, Adán Augusto tratar de aplacar el tema. Les dijo que tenía conocimiento que no estaba detenido y que al contrario estaba sano y salvo junto con su papá.
Lo secundó el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, acabo de hablar con el senador Barreda y no está detenido, que estaba bien y que no tenía problema alguno, les decía para que se mantuviera la calma. La realidad es que no apareció en todo el día.
Minutos después brotó la ausencia del panista, Miguel Angel Yunes Márquez que un día antes lo candidateaban que se iría a Morena, bajo mil presiones y a cambio de impunidad para él y su familia que, a decir de los morenos tenían cuentas pendientes que los podían encarcelar.
Había incertidumbre y los opositores desconocían el paradero de dos senadores, el de Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda y el panista, Yunes Márquez. Con esos dos faltantes, Morena y sus aliados, aseguraban los votos para aprobar la reforma del Presidente.
Los líderes de los partidos del PRI, PAN y MC, Alejandro Moreno “Alito”, Marko Cortés y Clemente Castañeda, soltaban su preocupación por lo cínico y arbitrario de presiones contra los senadores opositores, que los amenazaban de encarcelarlos si no accedían a integrarse a sus bancadas.
Querían esos votos para alcanzar los dos tercios de 86 votos, mantenían 85 y les faltaba uno, por eso Adán Augusto sacó la billetera para comprar las almas de cualquier senador o, incluso catafixiar a quienes les pesaran expedientes con cuentas en la justicia. Por eso se fueron contra Yunes y su familia y el propio Barreda de Campeche.
Los morenos le tiraron a todas las bancadas, no tardó en salir Alito del PRI a denunciar, también que en el INE le habían cambiado el proyecto de favorecerle los argumentos presentados para su relección al frente del partido.
Que no era más que una estrategia de presión para obligarlo a recular en sus votos de bancada que se sostenían en contra de la reforma. Es decir, que si accedía, el INE de Guadalupe Taddei le daría la razón de esas reformas para su reelección. Presiones desde Palacio. Que primero muertos que votar por esa locura, les restregó.
Al final del día saltaron las sospechas, el senador panista Yunes Márquez solicitó licencia y en su lugar entró su papá como suplente, Miguel Angel Yunes Linares. Era bola cantada que su voto sería para Morena, se enfrasco, cuando asomó la cabeza en el pleno con el líder panista, Marko Cortés que encabezo el grito de ¡traidor!
Salió a hablar con los medios de comunicación en un claro mensaje hacía donde iría su voto, no lo dijo pero al ser flanqueado por los senadores de Morena, Félix Salgado Macedonio y Oscar Cantón Zetina, era más que obvio. Por la noche, apareció Yunes Márques para integrarse al Senado, su voto, defendió en su participación que no votaría por inducción de su bancada, que su voto sería libre y por eso así lo haría. Y su voto sería por el dictamen. Vaya por Morena.
Yunes con su declaración sepultó la esperanza de los miles de trabajadores del Poder Judicial, porque con ese voto y la retención, en Campeche por la gobernadora Layda Sansores del senador Daniel Barreda de MC y su papa, serían dos votos a favor de los morenos, un a la urna y otro por ausencia.
Por la tarde, la sorpresa fue cuando, a media sesión se les colaron los trabajadores del Poder Judicial por la puerta de Reforma, por la misma que con bombo y platillo se colocaron las alfombras rojas para el paso de los reyes de España, Felipe VI y Letizia en su vista al Senado en 2015.
Quien les abrió, o como abrieron, nadie lo sabe, pero la multitud de empelados que defienden que no se apruebe esa reforma al Poder Judicial, entraron hasta el patio, presionaron para ingresar al pleno que obligó a los senadores morenistas y sus aliados del Verde y PT salir corriendo. Vaya le huyeron al diálogo. Se quedaron los opositores. Tomaron el recinto y frenaron la sesión.
La senadora coordinadora del PAN, Guadalupe Murguía platicaba con los trabajadores, Lilly Téllez escuchaba a señoras que lloraban por considerar una injusticia esta reforma y que decir de los jóvenes trabajadores que adelantaban que ojalá no hay represalias y los vayan a correr por el solo hecho de defender su trabajo.
CDMX, PRIMER CONGRESO EN APROBAR LA REFORMA
Quiere saber cuál entidad será la primera que apruebe su Congreso la reforma, pues la Ciudad de México, si, el nuevo Congreso de la CDMX alistó desde esta madrugada recibir la reforma del Congreso para llevarla a su aprobación. Será la primera de las 16 más uno que necesitan para que el Presidente pueda proclamarla después del Grito del 15 de septiembre.
Hagan sus apuestas cuáles serán las y los gobernadores que aprobaran en los primeros días esta reforma para lograr, en tiempo record las 16 más uno y entregar cuentas al que manda en Palacio Nacional, antes del 20 de septiembre que buscará promulgar y publicar en el Diario Oficial de la Federación.
