Por José Antonio Chávez
A cuatro días que concluya el proceso de encuestas para designar la candidatura en Veracruz, aún no está nada decidido, porque por un lado está Rocío Nahle como favorita de Palacio Nacional y por el otro, el secretario de gobierno del estado, Eric Cisneros que encabeza todas las encuestas.
En consecuencia, Veracruz se ha convertido en una incertidumbre para concluir este proceso que al paso del tiempo se ha ido fracturando para la preferida de Palacio y que hoy está en riesgo que pueda ser coronada.
Obviamente Veracruz se está registrando una copia de los procesos que han sido el talón de Aquiles del partido, pues en las últimas selecciones aspirantes perdedores han criticado las formas de las encuestas y cuyos resultados son muy marcado a los favoritos.
Anote el ejemplo de Marcelo Ebrard, una de las cuatro corcholatas que se sintieron ofendidos por la forma de operar del equipo de Sheinbaum con los 20 gobernadores para favorecerle en el voto inducido, una cargada totalmente pura.
Ahora, porque le dijo que puede estar en veremos, porqué de entrada, el Presidente no está nada contento con la tarea que le encargó a Rocío Nahle como secretaria de Energía de la refinería de Dos Bocas, pues la construcción se ha retrasado y el presupuesto se elevó de forma extraordinaria, lo que puede alcanzar 15 mil millones dólares, el doble de los ocho mil proyectados.
Una de las críticas contra Nahle, es que su campaña ha sido todo lo contrario a lo que hace el Presidente, lejos de recorrer el estado para tener el contacto con la gente, se ha encargado de llevar un proyecto mediático y nada de ras de tierra.
Tal vez está confiada que será la elegida y por ello decidió conservarse más en estrategias de oficina que de calle.
Sin embargo, para el equipo de Eric Cisneros hay confianza en que el proceso marque los resultados a su favor, porque hay una marcada preferencia en las calles que no tiene Nahle.
Una ventaja que lleva Cisneros es su descendencia de la esclavitud pues como consecuencia, para ellos lo más sagrado es la libertad que alcanzaron.
Esa razón de su pasado, es parte de una formación que puede dar la garantía en el desempeño de un cargo de elección popular, vaya en este caso la gubernatura con una administración diferente a los de formación política.
Pero el gran problema, es que la elección se pueda definir de forma política y no por resultados, entonces Roció Nahle podría salir beneficiada el próximo lunes, aunque si las encuesta le dan el triunfo a Cisneros, estaríamos ante un proceso más que legitimo porque eliminaría la bola cantada con la que empezó esta selección y adiós, entonces sí a la imposición.
EMPATA ALITO A AMLO, SALE JCRM Y ENTRA CECILIA DE CAMPECHE
Desde luego que no le gustó nada al que manda en Palacio Nacional la salida de la senadora por Campeche, Cecilia Sánchez García que abandono a los morenistas para integrarse a la bancada del PRI.
El regañó fue, sin duda para la gobernadora, Layda Sansores que ha sido el negrito en el arroz el Presidente, una administración fracturada y con un estado en estado de indefensión con crecimiento en lo delictivo.
El enojo Presidencial, es porque primero soltó una serie de acusaciones contra Alito que no pudo sostener, operativos en propiedades que atribuyó al líder priista y que le salieron de salva, obviamente hizo el ridículo, y hoy su mal genio y maltrato a sus alrededores llevó que la legisladora tomara la decisión de mandarlos al diablo, como hizo AMLO a las instituciones.
Alito reconoció a la senadora que recibió desde su llegada el respaldo del coordinador de la Cámara Alta, Manuel Añorve con una apertura total en su bancada. También el espaldarazo de la secretaria general, del partido, Carolina Viggiano y del coordinador de los diputados en San Lázaro, Rubén Moreira.
Con esta decisión de migrar, sustituye al senador yucateco, Jorge Carlos Ramírez Marín que migró con los morenos a través del Partido Verde pero que pronto se le verá integrado en el proyecto de López Obrador.
En consecuencia, anote el marcador político, AMLO con JCRM uno, Alito con Cecilia uno.