Por José Antonio Chávez
En aquel tiempo, en octubre de 2005 el Sistema Nacional Meteorológico alertaba sobre la llegada a Cancún, Isla Mujeres, Puerto Morelos, Playa del Carmen y en menor gravedad a Tulum, de Vilma, un huracán que se había convertido en categoría 5.
La rección del gobierno federal, en ese entonces del panista, Vicente Fox, fue alertar a todos esos municipios donde se asientan los destinos turísticos más importantes del país en la generación de divisas.
Desde que azotó Gilberto, en 1988, la península aprehendió la lección, no se pude jugar con la vida de los gobernados o turistas presentes. Se eliminó, por completo minimizar la fuerza del fenómeno natural y, en cambio, se implementó evacuar a la población en albergues seguros para su protección cuando se emiten las alertas.
Vilma fue un huracán que se estacionó sobre Cancún por 30 horas, generó una inmensa lluvia que logró conectar, para quienes conocen ese destino, la laguna de la zona hotelera con el mar, es decir el mar atravesó la avenida Kukulcan con la Laguna Nichupté con una altura entre 10 a 12 metros.
Vaya sepultó la cinta asfáltica y plantas bajas de los hoteles, restaurantes y más, que de playa a laguna sería de unos 100 metros.
Los daños fueron extraordinarios, destrozaron la zona hotelera y se paralizó la actividad turística, gracias a la oportuna intervención del entonces Presidente Fox, se logró acuerdos con el empresariado, banqueros y los tres órdenes de gobierno, con créditos más que blandos para echarle montón y levantar en tres meses Cancún.
Si bien la gravedad fue significante, lo más importante fue que se salvaron las vidas, los turistas fueron evacuados a zonas seguras preparadas por los hoteleros, y la población a albergues implementados por los gobiernos. Una gran cultura para enfrentar estos desastres. Todos fueron eficaces, no había disputas de colores ni rencores viscerales.
Lamentablemente no fue lo mismo la semana pasada en Veracruz, su gobierno, encabezado por la morenista, Rocío Nahle minimizó la fuerza de los fenómenos, de nada sirvieron las peticiones de ayuda, tampoco la prevención del Sistema Nacional Meteorológico que alertó, una semana los posibles riesgos por las aguas que se desprenderían.
La fallida operación del presidente municipal de Poza Rica, también de Morena, que tuvo el tiempo suficiente para evacuar, le ganó la incapacidad para hacer labores preventivos.
Y la visita del Presidenta Claudia Sheinbaum a Veracruz, donde hay 60 fallecidos y unos 70 desaparecidos, simplemente defendió al gobierno de Nahle y argumentó que no había una condición científica del conocimiento de la magnitud de esos fenómenos anormales. Vaya, un conteo de gota por gota para calcularle.
Ahora tocará a la Cámara de Diputados que preside la panista, Kenia López y liderada por el morenista, Ricardo Monreal acelerar una partida doble de dineros para ayudar esa emergencia, una herramienta igual a la que se tenía establecida del desaparecido programa para Desastres Naturales.
Pobre Veracruz, pobres hermanos en desgracia, pobre de su gobierno que por su incapacidad no pudo prevenir a la población. Ahora la señora Presidenta anunció que no escatimará recursos para ayudar a los damnificados, cuando esa frase debería haber sido antes y gritar que no se escatimarían recursos, pero para protegerlos.
SENADO, VERACRUZ EL TEMA
Este martes sin duda la presidenta del Senado, la morenista, Laura Itzel Castillo tendrá que tener un blindaje de piel muy pero muy gruesa porque habrá, sin duda reclamos al por mayor de la oposición sobre la desgracia que ocurrió en Veracruz.
Las afectaciones de esos fenómenos, también llegaron a San Luis Potosí que gobierna el Verde con Ricardo Gallardo, a Querétaro del panista, Mauricio Kurí, Hidalgo del gobernador más gris del país, Julio Menchaca.
No pierda de vista que en la Cámara Alta le lloverá a la que manda en Palacio Nacional por andar callando a los afectados cuando le reclamaban sobre los desaparecidos y nada, o poco podrá hacer el coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto, pues si asoma la cabeza recibirá una metralla de gritos de narco-senador, por aquello de La Barredora.
DONARAN SU SALARIO, MEJOR QUE NO SE ROBEN EL DINERO
Los ministros de la Suprema Corte, que preside Hugo Aguilar anunciaron que donarán parte de sus salarios para los damnificados, al igual que ellos muchos legisladores, funcionarios y políticos de su partido Morena, podrían seguirlos, pero la realidad es que mejor que no se roben el dinero y le puedo asegurar que no faltará ni medicinas ni recursos para atenderlos.