Por José Antonio Chávez
La reacción de Marcelo Ebrard de reprobar el proceso para seleccionar la candidatura Presidencial de Morena, y dejar entrever que se va de ese partido, levantó una gran expectativa para conocer si realmente se los aventará en la cara, o será un truco para hacerles el caldo gordo de ir por MC y restarles votos al Frente Amplio por México del PRI, PAN y PRD.
Dicen las malas lenguas que Don Marcelo está sumamente encabronado por el cochinero que les hicieron en el partido implementado por el propio líder nacional, Mario Delgado.
Que tienen datos que los 22 estados que gobierna Morena, la instrucción fue que cada gobernador debería aportar una cantidad de votos para lograr la meta del 48 por ciento de la votación.
La advertencia era qué, si no cumplían, entonces serían sujetos a frenarles recursos del Presupuesto y serían, obviamente, señalados de desleales o hasta desconocidos por el propio Presidente.
La cuota que deberían aportar para lograr esa votación, era del 20 por ciento de sus dineros que deberían distribuir para convencer a los votantes en sus entidades.
Desde luego que esa era una práctica común de los propios priistas y panistas cuando han estado en el gobierno, hoy es una copia que asumió el gobierno de AMLO para presionar y asegurar sus estrategias en los estados donde gobiernan y evitar que se hagan los disimulados.
Por eso, en el equipo de Ebrard no pararon con sus denuncias de piso parejo, los gobernadores de Morena cumplieron al pie de la letra con su encomienda, por eso puede deducir los primeros cinco que iniciaron esa campaña con sus Twiter, anote al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, seguida por la de Quintana Roo, Mara Lezama, de Campeche, Layda Sansores, de Colima, Indira Vizcaino y Guerrero, Evelyn Salgado.
Ese pronunciamiento se desvaneció al siguiente día por las denuncias de la oposición, y de los propios contrincantes de Sheinbaum, entre ellos Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard. No daban crédito a la cargada de los gobernadores instrumentada desde Palacio Nacional.
Bueno, primero, si realmente Ebrard decidió romper con Morena y el Presidente López Obrador, entonces este lunes en su conferencia no habrá dudas que buscará minarles el terreno electoral para que no logre el triunfo Sheinbaum.
El gran ganador será la oposición del PRI, de Alejandro Moreno “Alito”, el PAN de Marko Cortés y el PRD de Jesús Zambrano, t también MC de Dante Delgado, siempre y cuando se adhiera el partido naranja a ese frente.
Para que se de una idea del musculo político que tiene Marcelo Ebrard, en la Cámara de Diputados y en el Senado hay unos 100 legisladores que están a su favor, por eso la importancia este lunes de qué va a decir en su conferencia sobre su postura, porque si es de rompe y rasga, que se agarre Morena porque de entrada esa cifra en San Lázaro y Cámara Alta les puede mermar la mayoría a sus bancadas.
En automático pueden frenar el tan codiciado Presupuesto que se aprueba en diciembre y, de ser así se corre el riesgo que le metan candados al Presidente para sus famosos programas sociales u obras sexenales para retrasar su conclusión.
Las declaraciones del carnal Marcelo que en Morena no tienen espacio, por lo que sucedió con esa imposición, es síntoma que esta firme para abandonar a ese partido propiedad de López Obrador.
También respondió sobre la posibilidad de irse a Movimiento Ciudadano de Dante Delgado que lo ha ofrecido o plantear una candidatura ciudadana, Ebrard respondió que «hay décadas en las que no pasa nada y hay días en los que pasa lo que no pasó en décadas y hoy es uno de esos días».
En síntesis, será este lunes cuando se aclare la ruta que tomara Ebrard, una decisión que será difícil, pero si persiste el coraje y encabronamiento, puede estar seguro que Ebrard les hará un gran hoyo y pondrá en riesgo que Morena pueda ganar el 2024.