WASHINGTON, D.C.- El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que los ataques terrestres a Venezuela comenzarán “muy pronto”, marcando un giro significativo en la estrategia de la Casa Blanca contra los cárteles internacionales. Sus comentarios, realizados este martes, implican una escalada en las operaciones antidrogas que hasta ahora se enfocaban principalmente en acciones de interdicción marítima y aérea.
Trump enfatizó la eficacia que tendrían las operaciones en tierra al declarar: “En tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman. Lo sabemos todo sobre ellos. Sabemos dónde viven. Sabemos dónde viven los malos. Y vamos a empezar con eso también muy pronto”.
Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión diplomática y de seguridad en la región. El presidente no especificó la naturaleza exacta de los ataques ni las fuerzas que participarían, pero la mención directa de operaciones terrestres genera expectativa sobre la implementación de esta medida radical.
Advertencia Extensiva a Otros Países
Además, de referirse directamente a Venezuela, el mandatario estadounidense emitió una seria advertencia que se extiende a otras naciones. Trump declaró que cualquier país que trafique droga hacia EE.UU. “está sujeto a ataques”. Esta postura sugiere una política de seguridad más agresiva y con un alcance geográfico más amplio que la habitual.
En consecuencia, cuando se le preguntó específicamente sobre Colombia y el tráfico de cocaína, el líder reafirmó su posición de línea dura. Él respondió con firmeza: “Cualquiera que lo haga y las venda en nuestro país está sujeto a ser atacado”.
Esta generalización de la amenaza representa un mensaje claro a toda la región de América Latina, indicando que Washington no tolerará el flujo de estupefacientes hacia su territorio y está dispuesto a utilizar la fuerza para detenerlo.
Por lo tanto, las palabras del presidente Trump señalan un cambio de paradigma en la política exterior y de seguridad de Estados Unidos, centrando la lucha contra el narcotráfico en la acción militar directa dentro de territorios extranjeros.
Esta nueva directriz podría tener implicaciones profundas para las relaciones internacionales y la estabilidad regional, particularmente en países con producción o tránsito significativo de drogas. La comunidad internacional y los países mencionados esperan ahora detalles concretos sobre cómo y cuándo se ejecutarían estos planes.
Finalmente, mientras el mundo asimila la gravedad de estas declaraciones, se espera más información sobre los preparativos y la logística de estos inminentes ataques terrestres. La Casa Blanca aún debe proporcionar los detalles que sustenten la ejecución de esta ofensiva.
AM.MX/fm
