miércoles, abril 24, 2024

ANÁLISIS A FONDO: T-MEC, a la medida de Trump

Francisco Gómez Maza
Otro paso más en dirección a la reelección

Nuevas desventajas para la planta mexicana

El entusiasmo del presidente López Obrador, ante la firma de Trump en el acuerdo comercial entre Estados Unidos, Canadá y México parece exagerado. Pero al mandatario mexicano no le queda más que mostrar optimismo por el tratado con el gigante norteamericano y Canadá, ante las muestras de descontento de los grandes empresarios por las cifras tristes de la marcha de la economía nacional.
La prensa mexicana hizo alharaca porque Donald Trump promulgó, este miércoles, el nuevo acuerdo comercial de América del Norte (T-MEC), en una ceremonia en la Casa Blanca, a la que asistió el canciller Marcelo Ebrard Cassaubon, y en la cual el hombre de los bucles dorados se congratuló a sí mismo por estampar su firma en el documento, después de que el vetusto NAFTA fue para él “una pesadilla”. El lo dijo machaconamente durante su campaña.
Trump, durante la ceremonia de la firma, agradeció a México, al Presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien dijo tener “una amistad increíble”.
Trump logró lo que buscaba. Un nuevo acuerdo a su medida, a la medida de su afán proteccionista. Hizo de la renegociación del NAFTA o TLCAN (para los mexicanos) un tema machacador de su campaña en 2016, y planea promocionar su reemplazo en los eventos en las próximas semanas, mientras busca un segundo mandato y enfrenta un juicio político en el Senado.
Pero en este acuerdo no todo es bonanza, menos para López Obrador: el nuevo acuerdo se aparta del libre comercio, en un mayor grado, que el tratado que reemplaza… Pero este temor ya no se aplica a México, sino, como enunciara Thomas Friedman, a China y a India.
En efecto, la fuerza del bloque en la economía mundial es considerable, pero resulta imposible afirmar que tiene la suficiente para seguir siendo competitiva frente a estos jugadores asiáticos.
Por lo tanto, los efectos más importantes de estas restricciones, como lo dijo en su momento el maestro Mario Abraham Dipp Núñez, director de CETYS Universidad Campus Mexicali y profesor de posgrado en la institución, podrían ser:
Encarecimiento de automóviles: el aumento de la cuota porcentual de componentes automotrices manufacturados dentro de la región hasta el 75%.
Aumento del desempleo en México: Al requerir, para estar libre del gravamen de venta (2.25%) para 2023 la construcción del 40% de un automóvil en una región con un salario superior a los 16 USD, le resta competitividad a México en una de sus mayores exportaciones: automóviles, que totalizan el 8.6% del PIB, según el Observatorio para la Complejidad Económica (2018).
Aumento de la participación estadounidense en el sector lechero canadiense de tan sólo el 0.59%, como postula el profesor emérito de Stanford University, Roger Noll (2018), lo cual hace traslúcido que el cambio de nombre es, sobre todo, un ejercicio de rebranding por parte de Trump.
A su vez, la cláusula sunset, uno de los puntos más conflictivos para el establecimiento del tratado, fue el último elemento en ser discutido, por mutuo consentimiento entre las delegaciones participantes. Al respecto, el ingeniero expresó:
“Nadie quiere invertir en una región donde las reglas del juego cambien en cinco o seis años”.

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