Francisco Gómez Maza
El segundo informe de AMLO
Detienen FGR a Sosa Castelán
Obligadamente, explicablemente, los opositores de López Obrador tienen que cuestionar al mandatario.
Éste es su papel como oposición.
Y ahora tienen una oportunidad de oro para decirle al mandatario que no tiene nada de qué informar, hoy primero de septiembre, día del Segundo Informe de Gobierno.
Es que están muy enojados, y con mucha razón. Perdieron hace dos años y ahora advierten que lo que menos quieren es ir al comunismo. Unos exigen que AMLO renuncie y que se vaya a su casona de Palenque.
Nadie debe de extrañarse y menos de escandalizarse. Los perdedores y los decepcionados, y los periodistas que se dicen críticos para que el gobernante enmiende sus errores, no pueden hacer otra cosa, más que criticar al presidente.
Muchos no sólo lo critican, sino que se burlan y hacen mofa de él, pero son los menos, los que no razonan. Un opositor verdadero ataca con razones, con argumentos.
Pero López Obrador sí tiene qué decir, qué informar, y mucho, e inclusive decirle a la gente que creyó en él por qué su equipo ha fallado en muchos aspectos y por qué él mismo se hace tonto en asuntos que afectan al pueblo.
Le escucharemos, seguramente, tocar los temas de la pandemia, del manejo de la estrategia sanitaria, de por qué mueren muchos que no deberían de morir y por qué mueren muchos trabajadores de la salud que no tienen por qué morir. Por ejemplo.
López Obrador informará de lo que su equipo de expertos en economía ha hecho para afrontar la recesión, una maldición que México no había sufrido desde los años 30. Del desempleo, de los apoyos para la recuperación del proceso productivo, del comercio, de la recuperación de la oferta y de la demanda, y de qué se ha hecho para rehacer el tejido de la planta productiva y el empleo, así como del dinero en efectivo que entrega a los pobres, que no los saca de su pobreza.
La crisis económica va de la mano con la evolución de epidemia de la Covid-19 porque se cerró la planta productiva, y la salida de este túnel sin fondo, oscuro, desesperante, no es cosa de enchíleme otra, por lo que este escribidor no ve razones para culpar a nadie.
Pero el tema más importante del informe será el capítulo de su combate a la corrupción y a los corruptos. (En la víspera, o sea el lunes 31 de agosto, la Fiscalía General de la República, por ejemplo, informó de la aprehensión, en la Ciudad de México, de Gerardo Sosa Castelán, presidente del patronato de la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo (UAEH), por lavado de dinero.
Detiene la FGR a (La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) le detectó a Sosa Castelán actividades irregulares y su detención derivó de tres denuncias presentadas por la Unidad en su contra por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, peculado y defraudación fiscal.)
Pero habrá que preguntarle al fiscal Alejandro Gertz Manero cómo va el proceso de los demás acusados de corrupción, sobre todo de los altos funcionarios y legisladores que fueron comprados con los dólares del corruptor brasileño Marcelo Odebrecht
Y hablando de estos asuntos nada claros, López Obrador tiene que explicarles a los ciudadanos del estado de Chiapas por qué pareciera que protege al ex gobernador Manuel Velasco Coello, quien se escuda detrás del fuero de senador de la república, mientras en Chiapas el presidente pierde adeptos porque se hace guaje ante la indignación de la ciudadanía frente al comportamiento del ex mandatario local y su madre, que a todas luces hicieron grandes fortunas al amparo de la gubernatura.
Es más, por qué se le da vuelo a otro integrante de la mafia de Velasco Coello en el Senado de la República, el senador chapulín Eduardo Ramírez, quien fue ungido como presidente de la Mesa Directiva de ese órgano legislativo, con lo que se envió un oscuro y desesperanzador mensaje a los chiapanecos.
El nuevo presidente del senado está vestido de tinto, pero tiene la conciencia y ambición verdes… Y algo que caracteriza a los verdes es su oportunismo degradante. Y López Obrador mantiene oídos sordos ante los reclamos de ese pueblo tan aplastado, explotado, saqueado por gobernantes corruptos.
Entonces, el presidente sí tiene de qué informar, amigos de la oposición.