Francisco Gómez Maza
Banxico desacelera para no desbarrancar
Es que la inflación puede ganar la carrera
Ante el riesgo de que se desboque la inflación, que ya duplicó su nivel de crecimiento esperado en un año – pasó del 3% estimado por los gurúes oficiales a casi el 6%-, se afecte el poder adquisitivo del dinero y de los consumidores y, por supuesto, la recuperación económica, el Banco de México echó mano de su política monetaria para calmar los ánimos y tomar distancia y reorganizar todo el relajo.
El acelerado crecimiento de la carestía de los bienes y servicios del aparato económico (inflación) ha obligado al banco central a enfriar el proceso y congelar dinero circulante en la economía y amortizar compromisos con los bancos del exterior:
Han disminuido su saldo de reservas internacionales, así como el de la base monetaria, o sea el dinero en billetes y monedas que circula en el mercado.
En el más reciente informe de su estado de cuenta, correspondiente a la semana concluida el viernes 6 de agosto y difundido ayer martes 10 de agosto, el banco central mexicano destacó, por una parte, que sus reservas internacionales de divisas disminuyeron 145 millones de dólares con lo que su saldo, al cierre de la semana, fue de 193,278 millones de dólares, y la base monetaria (billetes y monedas en circulación y depósitos bancarios en cuenta corriente en el Banco de México) disminuyó 3,612 millones de pesos, alcanzando, no obstante, un saldo positivo de 2,174,167 millones de pesos, cifra que implicó una variación anual de casi el 14%.
El nivel y el comportamiento de la base monetaria refleja, en parte, las medidas sanitarias implementadas, que habrían afectado la demanda de efectivo como medio de pago por parte del público. La cifra alcanzada por la base monetaria, al 6 de agosto de 2021, significó un incremento de 261,384 millones de pesos respecto a la misma fecha del año anterior.
En pocas palabras, el hecho de que la semana se hayan dado esos movimientos, que podríamos calificar de negativos, el comportamiento restrictivo tanto del dinero en circulación como del saldo de la reserva federal, forma parte de medidas de política monetaria del instituto bancario central, en un intento por detener el proceso inflacionario e impulsar la recuperación del crecimiento de la economía, con obligados, pero moderados incrementos de las tasas de interés.
El nivel y el comportamiento de la base monetaria refleja, en parte, las medidas sanitarias implementadas en el país, que habrían afectado la demanda de efectivo por parte del público, como medio de pago, de acuerdo con la explicación ofrecida en comunicado de prensa por la Oficina del Gobernador del banco central.
El Banco de México, a través de su política monetaria, usa la cantidad de dinero como variable para controlar y mantener la estabilidad económica. Y comprende las decisiones de las autoridades monetarias referidas al mercado de dinero, que modifican la cantidad de dinero o el tipo de interés.
Los objetivos básicos de la política monetaria pueden resumirse en los siguientes:
Estabilidad del valor del dinero (contención de los precios, prevención de la inflación).
Crecimiento económico. (En el caso del momento, recuperación de la economía vapuleada por la crisis internacional prepandémica y los efectos de ésta en la estructura productiva, mediante destrucción de empresas y desplazamiento de puestos de trabajo, en millones.)
Mayor nivel de empleo posible.
Evitar desequilibrios permanentes en la balanza de pagos, mantenimiento de un tipo de cambio estable (cotización peso-dólar) con protección de la posición de reservas internacionales.
Los mecanismos más comunes para que el banco central pueda influir sobre la cantidad de dinero y sobre la tasa de interés, a través de: cambios en las tasas de interés, Operaciones de Mercado Abierto o variación del coeficiente de caja.