Francisco Gómez Maza
Tiene que intervenir la Auditoría Superior
Armando Prida y Antonio Meza, amafiados
Si el presidente Andrés Manuel López Obrador realmente está decidido a combatir la corrupción debe solicitar la intervención de la Auditoría Superior de la Federación para investigar al empresario Armando Prida Huerta y al director general de la Conaliteg, Antonio Meza Estrada por incurrir en un conflicto de intereses y en develar los oscuros negocios entre ambos personajes en la asignación directa de los libros de texto gratuitos para el próximo ciclo escolar.
López Obrador cometió un grave error al aprobar la designación de Antonio Meza al frente de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito.
Este funcionario es un pájaro de cuentas que, sin renunciar al PRI, se sumó a Morena sin el menor rubor para hacer conspicuos negocios desde el poder, amafiado con empresarios.
En 2003, Meza Estrada fue sometido a un proceso de investigación en la entonces Procuraduría General de la República por el delito de daño patrimonial por 367 millones 934 mil 280.47 pesos, en perjuicio de la propia Conaliteg.
Meza fue secretario particular de Ernesto Zedillo Ponce de León cuando éste fue secretario de Educación Pública, quien lo designó director de la Conaliteg a donde se le indagó por 23 licitaciones públicas nacionales amañadas.
Fue denunciado por estar implicado en los procesos de contratación para la adquisición o maquila de libros de texto gratuitos para primaria, telesecundaria e historia y geografía regional, en los años 1999, 2000 y 2001, que habrían causado el daño al erario.
Este caso también fue motivo de un amplío expediente en el Órgano Interno de Control de la Conaliteg, que documentó el fraude a la hacienda pública: la Cédula de Observaciones Determinadas reveló en su momento que el monto fiscalizable fue de 3 mil 556 millones 938 mil 718.48 pesos.
El documento de la Secretaría de la Función Pública determinó que “del análisis comparativo de costos adjudicados con los costos estimados por la Coordinación Editorial y con los costos de mercado, hubo un diferencial de precio pagado en exceso de 367 millones 934 mil 280.46 pesos”.
Desde esos tiempos, Antonio Meza y Armando Prida Huerta tejieron una amistad entrañable hasta abarcar conspicuos negocios.
Ambos crearon en el año 2006 la Fundación Amigos de la Letra Impresa AC, de la que Antonio Meza fungió como Presidente Ejecutivo y Armando Prida y un grupo de empresarios como miembros del Patronato. Lo mismo ocurrió con el llamado Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset México, membrete con el que Antonio Meza cometió un sinnúmero de fraudes. En esa aventura Armando Prida acompañó a Meza Estrada.
Fueron múltiples las denuncias por parte de investigadores y profesores que se vieron defraudados por Meza estrada con su instituto patito de “Ortega y Gasset”, tanto que la verdadera Fundación José Ortega y Gasset —con sede en Madrid, España, y el Estado de México— informó que dicho Instituto Universitario, presidido por Meza Estrada, era ilegal porque jamás contó con el aval de la Comisión Académica de la Fundación, por tanto los servicios que ofrecía no contaban con reconocimiento oficial y por estar fuera del espacio europeo de enseñanza superior.
La propia Secretaría de Educación Pública intervino y sancionó al instituto patito de Antonio Meza.
Lucrar con instituciones educativas y la impresión de los libros de texto gratuito ha sido una constante de Meza Estrada y Armando Prida, éste último encabeza actualmente un membrete bajo el lema de “educación por la experiencia” con el que viene realizando millonarios negocios con la impresión de libros para la enseñanza de primaria y secundaria, con un método sin aval científico y académico y que, no obstante, vende a gobiernos estatales a cambio de cifras millonarias.
Ahora, la empresa Litografía Magno Graf S.A. de C.V. obtuvo 249 millones de pesos en cuatro contratos, lo que la ubica como la principal empresa beneficiada por el gobierno de López Obrador. Si bien durante años, Magnograf ha sido proveedora del gobierno, nunca había tenido una adjudicación directa con esa cantidad. De hecho, representa casi lo triple a lo ganado el año pasado, cuando apenas consiguió 86 millones de pesos en contratos por licitación pública, y no tuvo adjudicaciones directas, de acuerdo con el análisis de contrataciones de 2007 a 2018 a través de la herramienta Contratobook.
El mejor año de venta de dicha empresa fue en 2017, cuando ganó 227 millones de pesos en licitaciones públicas y 152 millones a través de adjudicación directa. Lo que contrasta con 2011, el año que menos ventas consiguió, sólo con 4.4 millones de pesos, ganados por concurso.
Ahora, para el ciclo escolar 2019-2020 se corre el riesgo de que los libros de texto para los niveles de enseñanza primaria y secundaria no se entreguen a tiempo, en tanto que, por la carencia de recursos, el gobierno ordenó cancelar la impresión del 18.1 por ciento de los libros escolares, de los 220 millones programados para el ciclo escolar que está por iniciar.
Pero eso no les importa a Antonio Meza ni Armando Prida Huerta, quienes tienen ya aseguradas sus ganancias millonarias.
Habrá que profundizar en las relaciones que ambos tienen y que constituyen un delito por el conflicto de interés en juego.
Por ese delito, Meza debería ser inhabilitado y Armando Prida sancionado; es cuestión de que intervenga la Auditoria Superior de la Federación o quedará una mancha de la corrupción lopezobradorista.
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