jueves, marzo 28, 2024

Alumnos de la UAM trabajaron en comunidades rurales de Hidalgo y Oaxaca

CIUDAD DE MÉXICO, 2 de octubre (AlmomentoMX).- Treinta y seis estudiantes de las unidades Azcapotzalco e Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) presentaron los resultados del trabajo comunitario que realizaron como parte del Programa Multidisciplinario Diseño y Artesanías (ProMDyA).

Este año los proyectos comprendieron la realización de un censo poblacional, auditorías, asistencia para la curación de animales, mejoramiento de cosechas, desarrollo de marcas y logotipos, así como la creación de museos y la recopilación de documentos y de anécdotas de los viejos del pueblo, medidas estas últimas que aportan a la recuperación del patrimonio cultural e identitario.

Los alumnos de las licenciaturas en Diseño Gráfico, en Sociología, en Arquitectura, en Administración, y en Producción Animal compartieron sus vivencias en Hidalgo y Oaxaca, en una ceremonia a la que asistió la doctora Verónica Arroyo Pedraza, rectora en funciones de la Unidad Azcapotzalco, quien reconoció la necesidad de emprender más acciones de este tipo, “que brindan a los jóvenes alas para volar”,.

El programa –que cumple 24 años– está planeado para que estudiantes de la Casa abierta al tiempo solucionen problemas reales de comunidades rurales –en algunos casos indígenas– con costumbres, tradiciones, organizaciones y sistemas de gobierno diferentes a las de la Ciudad de México.

Para el maestro Fernando Shultz Morales, académico del Departamento del Medio Ambiente para el Diseño de la Unidad Azcapotzalco y creador del programa, este intercambio genera una sinergia perfecta, en la que estudiantes y pobladores obtienen beneficios mutuamente, pues conviven y aprenden uno del otro; “son estancias que abren las mentes hacia algo nuevo, que es imposible de ver en las aulas”.

Diana Rocío Cruz Garduño, estudiante de Sociología de la Unidad Azcapotzalco, consideró necesario replantear los planes de estudios o la manera en la que se imparten las clases, pues estando en las comunidades han podido constatar que existen carencias de formación relacionadas con el entendimiento de las poblaciones rurales e indígenas.

Para ingresar a ProMDyA los alumnos asisten dos meses a un taller de sensibilización, que, en palabras del maestro Shultz Morales, sirve para “deschilanguizar” y abrir la mente para trabajar en las zonas rurales.

Otro requisito indispensable es que los estudiantes hayan cubierto al menos 75 por ciento de sus créditos, ya que se busca que tengan la base suficiente para trabajar en los programas artesanales y que además aporten conocimientos nuevos que contribuyan al crecimiento de la población.

Como el trabajo colaborativo y de integración es importante los jóvenes están obligados a vivir en la casa del colaborador local, lo que fortalece la relación y genera compromisos mutuos. La universidad apoya mediante una despensa y el transporte para no afectar a los anfitriones, señaló Shultz Morales en la Sala de Consejo Académico de la Unidad Azcapotzalco.

“Para que el proyecto se mantenga y crezca es necesario contar con más apoyo por parte de la universidad, que lo estipule de manera oficial para que continúe, aunque los profesores organizadores ya no formen parte de la institución”.

Además del profesor Shultz Morales, el equipo organizador del ProMDyA está compuesto por el maestro Teódulo Aquino Cruz, estudiante de posgrado en la Unidad Xochimilco y profesor de la licenciatura en Administración en Azcapotzalco –encargado de crear los enlaces entre la universidad y los artesanos– y el doctor Jesús Manuel Ramos García, jefe del Departamento de Administración de esa sede académica.

AM.MX/fm

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