JORGE HERRERA VALENZUELA
NO POR MUCHO MADRUGAR, AMANECE MÁS TEMPRANO
Antes de cumplir la mitad de su mandato, que insiste someter a votación popular para saber si ha lugar a “la revocación de mandato”, al Presidente de México le importó un comino seguir dañando al país y nos entregó con su más reciente ocurrencia, desgraciadamente no la última. Dispuso borrar el pasado, los tiempos de “el tapado“. Se autonombró “El Destapador”, dio nombres de los que consideró “posibles” candidatos a sucederlo. La sucesión presidencial no es un juego.
El adelantar la apertura de ese evento, equivale, quiérase o no, a frenar el trabajo de los funcionarios, principalmente de los integrantes del gabinete. Se da comienzo a una lucha por obtener la candidatura para suplir al Jefe del Ejecutivo Federal. Hasta el 2017 se respetó la costumbre de abrir la campaña, antes a Los Pinos, hoy será a Palacio Nacional, en el último trimestre del año anterior al día de las elecciones.
Nada de fuego amigo, sino de rivalidades para ganar la con fianza del que despacha y vive en Palacio Nacional, porque, aunque lo niegue, habrá “dedazo” y no será “el pueblo bueno y sabio” el que decida. Claro e irrefutable ejemplo, la imposición en la gubernatura de Guerrero, donde el tabasqueño ordenó proteger a un candidato depuesto y disponer que fuese la hija de éste, la candidata. Lo mismo ocurrió al nombrar a la actual Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Desde los micrófonos y cámaras de televisión instalados en la ex Sala de la Tesorería de la Nación, en el ala norte de Palacio Nacional, la voz del creador de la llamada Cuarta Transformación, fundador y líder único del partido político Morena, aseguró que se acabaron los tiempos de “el tapado”. Añadió, con la burlona sonrisa que le caracteriza, “no hay tapados. Yo soy el destapador y mi corcholata favorita va ser la del pueblo, esa es la regla”.
Para nada recordó, no se lo dijo su asesora en historia, tampoco su consultor político y mucho menos su consejero jurídico, que el general Lázaro Cárdenas del Río fue quien impuso la modalidad de que el presidente en turno nombrara a su sucesor, en los últimos meses del año anterior, al término del sexenio.
Esa regla no escrita, duró hasta Miguel de la Madrid, porque la designación de Ernesto Zedillo ya no la hizo voluntariamente su antecesor, al que seleccionó (Luis Donaldo Colosio Murrieta) lo asesinaron. El primer gobernante PANista, en el 2000/06, no “destapó” a Felipe Calderón, quien perdió la sucesión con su candidata. Ni qué decir en el caso del mexiquense, en el 2018.
IRRESPONSABLE ACCIÓN
Después de autofestejarse, por tercera vez, en Palacio Nacional –al iniciarse este mes– por su indiscutible y abrumador triunfo de julio de 2018, el hijo de Macuspana, Tabasco, no midió los riesgos que se corren en el país al adelantar, sin que nadie se lo pidiera, la sucesión presidencial. Las circunstancias tampoco lo demandan.
Es irrebatible que actuó irresponsablemente. No pensó que prendió una inútil competencia entre los aspirantes a la Presidencia de México. Al final, “el clásico dedazo presidencial y no el pueblo bueno y sabio”, decidirá si la jefa de Gobierno de la Ciudad de México será la abanderada de Morena o Marcelo Luis Ebrard Casaubón. ¿Habrá un tercero? El tabasqueño juega con fuego, aunque no lo admita.
En una de sus mañanera soltó tres nombres de posibles enfilados a sucederlo, citó al doctor Juan Ramón de la Fuente, a la recién nombrada secretaria de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo y al embajador en Washington, Esteban Moctezuma Barragán. El que no haya mencionado al senador Ricardo Monreal Ávila despertó muchos comentarios. Después anexó a la lista a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo y al secretario de Relaciones Exteriores.
Los malosos inmediatamente sacaron a relucir su ingenio y al imponer apodos a los dos preferentes precandidatos, Claudia, “La Corcholata” y Marcelo, “El Tapón”. Espero no se enoje Carmelita Salinas, la original “Corcholata” del cine mexicano.
TODOS, ¡HASTA LOS GOBERNADORES!
Con su habilidad de político rencoroso, resentido social y vengativo, abrió el juego político, a efecto de distraer a la ciudadanía y para recibir el aplauso de sus seguidores. En esa forma “se olvidan” los problemas de la violencia, las masacres con decenas de muertos, la disfrazada protección a los narcos con “abrazos, no balazos, aunque se burlen de mí”, de la falta de medicinas para los niños con cáncer, de la suspensión del tren México-Toluca, pero si del impulso a sus proyectos personales y de los 1,700 millones de pesos autorizados para modernizar parques de béisbol.
El domingo 11 de este mes, en Villahermosa, continuó con su campaña “en busca del sucesor”. No solo hizo más copiosa la lista de posibles precandidatos sino que para que “el pueblo elija” no reparó en decir que entran todos: los miembros del gabinete, los dirigentes parlamentarios, los líderes y hasta los gobernadores, expresó el huésped distinguido de Palacio Nacional.
Reiteró que ya no hay “tapados” y “la gente va decidir, en su momento, en forma libre, democrática, quien debe representarnos en lo que corresponde al movimiento progresista y liberal. Aseguró que “los conservadores están muy menguados y en el flanco izquierdo hay hasta para prestar”. Insólito lo que hace el Presidente de México que continuará gobernando verbalmente y manteniendo dividida a la ciudadanía.
RICARDO MONREAL EN LA BOLETA
La tarde del jueves pasado, ya es parte importante en la historia política de este abatido México. Lo incisivo del entrevistador y lo sereno y concreto del entrevistado, dejaron un buen sabor de boca y creo, todo es posible, Joaquín López Dóriga ubicó perfectamente la posición del zacatecano Ricardo Monreal Ávila para los comicios presidenciales del 2024: “Con Morena y López Obrador o sin Morena y sin López Obrador, en las boletas estará (el hoy senador) Monreal Ávila”, eso dijo, insistentemente, Joaquín.
Hacía mucho tiempo que no escuchaba a un político-político, sereno, pausado, seguro de simismo y de claro pensamiento, sin rehuir a las duras interrogantes, sin rodeos en la respuesta, sin ambigüedades. Así fue Monreal Ávila al manifestar su deseo de participar en la sucesión presidencial, respetando los tiempos del reloj electoral. Ha trabajado 45 años en el servicio público, 23 de ellos al lado del actual Presidente de la República.
El coordinador de la bancada de Morena en el Senado y presidente de la Junta de Coordinación Política, Jucopo, se autodescribió como soñador, idealista y utópico. Confía en ser el candidato presidencial de Morena y suceder en Palacio Nacional al tabasqueño. También expresó estar preparado para tener la responsabilidad más importante del país, por eso piensa ganar y poner en práctica su experiencia: tres veces senador, igual número de diputaciones, gobernador de Zacatecas y jefe delegacional en la Ciudad de México.
Ricardo Monreal Ávila es uno de los 14 hijos del matrimonio de Felipe Monreal Huerta y Catalina Ávila Alvarado. Se graduó como licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Zacatecas y se doctoró en la misma profesión, en la UNAM. Ha sido catedrático de Derecho Agrario.
En el poblado de Plateros, en Fresnillo, Zacatecas, el 19 de septiembre de 1960 nació el político más completo en la lista de aspirantes a la Presidencia de México, para el período 2024-2030. En 1829 en ese poblado, Plateros, se inició la devoción por el Santo Niño de Atocha, al que atribuyen ser muy milagroso. ¿Le hará el milagro a don Ricardo?
PREGUNTA PARA MEDITAR
¿Por qué el silencio de Lorenzo Córdova Vianello, máxima autoridad del Instituto Nacional Electoral, en relación con el adelanto de la sucesión presidencial?
ROSITA QUINTANA CASI CENTENARIA
A la mitad de los años 40 Jorge Negrete llegó, en gira de trabajo, a Buenos Aires, Argentina, y conoció a una joven guapa, atractiva y con dotes artísticas como cantante de tangos y le dijo: “Te invito a que vayas conmigo a México” y Rosita Quintana no dudo en emprender el viaje a tierras aztecas. No comenzó como cantante sino como “extra! en películas mexicanas, obteniendo su primer papel protagónico en 1949, a menos de un año de su llegada a México. Fue en la cinta “Calabacitas Tiernas” con el entonces ya consagrado Germán Valdés, Tin Tán.
Rosita, cuyo nombre es Trinidad Rosa Quintana Muñoz, el pasado 16 de este mes llegó a los 96 años de edad y recordaba sus inicios de cantante, impulsada por su abuela Carmen Alonso, quien la acompañó a su debut en el Teatro Casino, a los 15 años de edad, interpretando tangos y ya sabía tocar la guitarra. Cuando estudiaba en un internado de monjas, en Buenos Aires, la expulsaron precisamente por cantar “esa música arrabalera”.
Pronto se gestionó su nacionalidad de mexicana y su primera presentación, como cantante, fue el centro nocturno de moda, “El Patio” que administraba el gran amigo Vicente Miranda. La gauchita, más mexicana que los nopales, conquistó al público como actriz en el cine, en teatro, en la televisión y concluyó su carrera artística en 2005. Se casó con el cineasta Sergio Kogan y tuvieron dos hijos, Sergio y Paloma Guadalupe. Sergio padre murió en 1960, en un accidente automovilístico.
P.D. En esta ocasión la agenda nos señala el deceso de tres figuras de la vida artística de México. Los tres personajes alcanzaron el éxito en sus respectivas carreras profesionales…Comenzaré con el actor de carácter y hombre muy humano en la vida real, don Carlos López Moctezuma Pineda que caracterizó muchas veces al odiado villano. Defeño de nacimiento, se inició en el cine en 1938 y trabajó casi 50 años, sobre todo en la Época de Oro del Cine Mexicano. Murió el 14 de julio de 1984, en Aguascalientes…Muy recordado y aplaudido el comediante y humorista orizabeño Héctor Lechuga, pionero de los programas de entretenimiento en la televisión de blanco y negro, participó en muchas películas, trabajó en teatro y fue conductor de programas radiofónicos. Nos dejó el 13 de julio del 2017. Su nombre completo fue Héctor Octavio Lechuga Rojas.…Joan Sebastian, el cantautor nacido en Juliantla, Guerrero, falleció a los 64 años el 13 de julio de 2015, dejando un caudal de canciones, entre ellas, la muy famosa “Secreto de Amor”. A José Manuel Figueroa, su nombre real, le llovieron los sobrenombres o apodos: “El Rey del Jaripeo”, “El Poeta de Juliantla”, “El Poeta del Pueblo” y “El Huracán del Sur”.
jherrerav@live.com.mx