Por Mouris Salloum George
El tono conciliador de la reunión virtual que sostuvieron los presidentes de México y de los Estados Unidos -Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, respectivamente-, es un aliciente para ambas naciones en medio de las oleadas de migrantes que quieren invadir al país vecino a través de México.
“Esta no fue una llamada en la que el presidente Biden estaba amenazando al presidente mexicano, de ninguna manera”, dijo Jen Psaki, la portavoz de la Casa Blanca al referirse al encuentro y en alusión a las declaraciones provocadoras del expresidente Trump de hace unos días en las que afirmó que con amenazas de imponerle aranceles a las exportaciones mexicanas había “doblado” fácilmente al presidente mexicano para que aceptara sus condiciones ventajosas, consistentes en desplegar 28 mil soldados y agentes para impedir el paso de migrantes desde México hacia territorio estadounidense.
Como es sabido, las oleadas de migrantes se desataron desde que Biden anunció, al asumir su cargo – hace casi un año y medio- una reforma migratoria para legalizar a los inmigrantes que ya estaban radicando en el país del norte; también como consecuencia de la pandemia y un tanto por la guerra en Ucrania, que provocó alzas de los energéticos y de la inflación.
También dijo la portavoz de la Casa Blanca que fue “una reunión constructiva” y resaltó la disposición del gobierno estadounidense a encontrar medidas para resolver los problemas bilaterales y regionales.
“Queremos seguir actuando como aliados” para coordinar una estrategia que reduzca la migración a la frontera común.
El presidente López Obrador resaltó que en la reunión también abordaron los temas de cooperación para el desarrollo regional, y aspectos sobre la próxima 9a. Cumbre de las Américas.
Es pues relevante el tono propositivo, conciliador y proactivo de este diálogo bilateral, porque la situación reclama con urgencia fórmulas para contener a los migrantes, la inflación, y mejorar el intercambio comercial, con la expectativa en México de crear empleo porque la tensión social amenaza con desbordarse.