Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
México nunca había estado en esta situación, pero habría que aclarar que dicho déficit no responde a una baja en las exportaciones sino a un extraordinario incremento en las importaciones, primordialmente, de bienes de consumo final. Las importaciones analizadas por tipo de bien se componen en su mayoría por productos de uso intermedio que durante 2021 representaron el 79.7% del total seguidas por bienes de uso de consumo (12.3%) y de capital (8.0%). En efecto, el saldo de la balanza comercial de México presentó un déficit de -11.5 mil millones de dólares precedido del superávit de 5.4 y 34.0 mil millones de dólares registrados en 2019 y 2020.
El déficit fue producto del crecimiento en 32.0% de las importaciones que ascendieron a 505.7 mil millones de dólares en 2021, el mayor en las últimas tres décadas. Lo que preocupa es la baja participación de las importaciones de bienes de capital. Los bienes de capital son definidos como la maquinaria y equipo que forman parte del activo fijo de las empresas y son utilizados para la producción de otros bienes. En 2021, las importaciones ascendieron a 40.5 mil millones de dólares, nivel inferior al observado de 2017. Este total representó el 8.0% de las importaciones, la menor participación desde los ochentas cuando era del 23.5% en promedio o en los dos miles del 12.2%. La menor importación de este tipo de bienes significa una menor capacidad de producción y un potencial rezago en términos de tecnología, productividad y competitividad.
Y como bien nos señalan analistas de Consultores Internacionales, la mayor importación de bienes de consumo final e inclusive de algunos bienes intermedios, significa que hay un desplazamiento de los bienes producidos en México y de una menor fortaleza en las cadenas de proveeduría de origen nacional. Las exportaciones perdieron dinamismo por el desabasto de insumos de la producción. Después de la rápida recuperación mostrada a partir de diciembre de 2020, las exportaciones entraron en una marcada desaceleración en el segundo semestre de 2021 provocado principalmente por el desabasto de semiconductores lo que afectó a la industria automotriz, que representan la cuarta parte de las exportaciones manufactureras mexicanas. No obstante, el desabasto ha sido generalizado y atraviesa por diversas actividades económicas reflejándose en la ausencia de latas de aluminio y vidrio marrón para las cerveceras, de tubos PVC, cemento y acero para la construcción entre otros.
En fin, ante las condiciones actuales del comercio exterior, todo parece indicar que el sector externo no será protagonista de la recuperación en México en este 2022, año en que, según nuestras estimaciones, en el mejor de los casos creceremos en 2.8% y más apegado a las capacidades, podría ser del 1.9% anual, debido a la menor capacidad de arrastre de la economía de Estados Unidos. Será, por supuesto, un mal año para la economía mexicana.
El Banco de México prevé que la inflación al final del año termine en 4%.
Jonathan Heath, Subgobernador del Banco de México, estima a finales del 2022 la inflación será de 4% y a principios de 2023 la inflación que estiman será del 3%. Estos datos que proporciona el funcionario, corresponden con las estimaciones de Banorte, que pronostica llegar al final de año con 4% de inflación y 4.1% de inflación subyacente. “Esta burbuja de la inflación, creo que la podemos bautizar adecuadamente como la inflación pandémica,… surge precisamente a raíz de la pandemia, lo que ha causado todas las disrupciones en las cadenas de valor a nivel mundial”, comentó Jonathan Heath.
El Subgobernador comentó que los datos actuales les permiten generar estimaciones positivas. Refirió que a finales del primer trimestre del año esperan ver el pico de la inflación subyacente para empezar a caer de forma constante.
En los próximos días se estima que existirá un alza en la tasa de interés por parte del Fed, como medida de contención a sus propios problemas de inflación con números históricos del 7%.
En su opinión, la política monetaria de Banxico acompañará y se adelantará a las decisiones del Fed “para tratar de evitar una recomposición de flujos de capital hacia el dólar, que pudieran afectar el tipo de cambio y a su vez dificultar el proceso a la baja en la inflación”.
Finalmente, el Subgobernador aclaró que el Banxico dará un seguimiento a los movimientos económicos cíclicos e internacionales a través de las políticas monetarias que se anunciarán el 10 de febrero. Su intención será combatir la inflación pandémica, pronosticando una recuperación a lo largo del año que será prolongada y difícil.
KIA inicia el año con el 9.4% de la participación de mercado.
La automotriz coreana inicia el año con grandes resultados, al entregar 7,355 unidades en el territorio mexicano, lo que corresponde al 9.4% de participación en el mercado. Además, con esta cifra, la marca crece un 9.8% en comparación con enero de 2021.
Iniciando con los hechos en México, Kia Rio vuelve a ser el líder en las ventas de la armadora con 3,532 unidades, mientras que Forte se posiciona en segundo lugar y cierra con 1,188 unidades vendidas en el mes.
En tercer lugar de ventas, la SUV estrella y preferida por los consumidores del segmento, Seltos finaliza con 1,100 unidades vendidas; le sigue Sportage con 818 unidades y Soul con 485 unidades, modelo que asciende sus ventas un 54% durante enero 2022, en comparación con el mismo mes del año pasado.