CIUDAD DE MÉXICO.- Las exportaciones y las remesas son los flujos que representan las principales entradas de divisas a México. El 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino EUA y las remesas en su gran mayoría provienen de ese país, el cual se espera siga con un crecimiento acelerado el resto del año, creciendo en promedio en 2021 a una tasa de 7%.
Con la expectativa de mayor entrada de divisas se anticipa que el tipo de cambio pueda seguir con tendencia de baja, alcanzando el nivel mínimo del año de 19.55 pesos por dólar o inclusive 19.30 pesos, bajo un escenario muy positivo.
Cabe destacar que la economía mexicana está enfrentando salidas de capitales por parte de extranjeros que mantenían en sus manos valores gubernamentales. Hasta el 1 de julio, último dato disponible, se ha dado una salida del 7% de los capitales extranjeros que se tenían al inicio del año y de casi el 21%, si se compara contra el total que se tenía previo a la pandemia en febrero del 2020.
La inversión extranjera de cartera tiene montos mucho menores a las exportaciones y a las remesas, por lo que las salidas de capitales generan volatilidad y depreciaciones temporales en el peso mexicano, pero no cambian su tendencia de largo plazo.
Sin embargo, salidas de capitales más rápidas podrían llevar al tipo de cambio a superar niveles técnicos importantes, retrasando la apreciación hacia el nivel de equilibrio. En el escenario extremo de fugas de capitales la perspectiva de tipo de cambio cambiaría, pues podría tratarse de un cambio estructural en la economía mexicana.
Tomando en cuenta un crecimiento aproximado a 22% en las exportaciones, de 19% en las remesas y salidas de capitales de valores gubernamentales probablemente por un total cercano a 250 mil millones de pesos en este año, se estima un tipo de cambio para el resto del año entre 19.50 y 20.50 pesos por dólar. Bajo un escenario pesimista, el tipo de cambio subiría hacia 21 pesos por dólar y en un escenario optimista el tipo de cambio podría bajar a 19.30 pesos por dólar.
Los diferentes escenarios tienen como factores determinantes 1) crecimiento de las exportaciones mexicanas, 2) crecimiento de las remesas, 3) aversión al riesgo sobre México, 4) aversión al riesgo internacional y 5) diferencial de tasa de interés con EUA, así como expectativa de cambios en la postura monetaria relativa entre ambos países.
Para el siguiente año la postura monetaria relativa entre México y EUA se espera tome una mayor relevancia en la cotización del tipo de cambio, por los cambios en los portafolios de inversión derivados de la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal y las olas que eso genere en el mercado financiero internacional.
Asimismo, se espera que los estímulos fiscales terminen en el 2021 y que el 2022 sea un año en el que se empiece a hablar en EUA del alto nivel de endeudamiento, lo cual podría propiciar mayor aversión al riesgo internacional. De materializarse este escenario negativo, el tipo de cambio podría subir ligeramente por arriba del nivel de 21 pesos.
Sin embargo, mucho va a depender de la comunicación que la Reserva Federal dé en anticipación a la normalización de su política, así como de la postura del Banco de México teniendo como nuevo gobernador a Arturo Herrera.
Por el contrario, si la aversión al riesgo global es baja y el Banco de México mantiene su postura relativa contra la Reserva Federal de EUA (o sube el diferencial de tasas entre México y EUA), a la vez que se mantiene el crecimiento en las exportaciones y remesas, se podrían ver tipos de cambio cercanos a 19 pesos por dólar.
Por lo anterior, se siguen recomendando las coberturas cambiarias.
AM.MX/fm