Por: Mario Ruiz Redondo
Como cada domingo, con la idea de recuperar la memoria histórica, ahora reproduzco el texto publicado el 28 de diciembre de 2003 en el periódico EXCÉLSIOR de la Ciudad de México, en mi columna que entonces se llamaba “Paredón”, para que juntos evaluemos que tanto ha cambiado nuestra realidad:
“Mientras el gobierno de Estados Unidos ha puesto en vigencia durante los últimos días su ‘alerta naranja’, en prevención de actos terroristas con motivo de las festividades de fin de año, el gobierno mexicano secunda la acción reforzando medidas de seguridad en los aeropuertos de todo el país, pero se olvida que en la faja fronteriza de Chiapas con Guatemala, los extranjeros de las nacionalidades más diversas cruzan la línea sin ningún problema y control.
“Es en la región limítrofe de las selvas Lacandona chiapaneca y del Petén guatemalteco, donde hoy se desarrolla la actividad más intensa del tráfico de indocumentados, con la complicidad de los agentes del Instituto Nacional de Migración, de la Secretaría de Gobernación, en combinación con otras instancias gubernamentales tanto estatal como federal, sin considerar el alto riesgo que significa.
“Paso libre de árabes, libaneses, iraquíes, rusos, hindúes, chinos, centro y sudamericanos, sin mayor problema, con escalas en Palenque para continuar a Villahermosa, y de ahí al norte de la República.
“Transitan a diario centenares de seres humanos con rumbo a la Unión Americana, lo que conlleva un alto riesgo no Solamente para la seguridad nacional, sino especialmente para los intereses estadunidenses, además de servir de disfraz idóneo para las bandas organizadas del narcotráfico internacional que realizan sus criminales operaciones sin contratiempos, no obstante ser un secreto a voces su presencia.
“Millonario negocio mensual en dólares por parte del personal de la Segob de Santiago Creel Miranda, sea en la Costa, Centro o Norte-Selva de la entidad, que continúa no obstante el reciente cambio de delegado del INM estatal. Imposición de Mauricio Gándara, protegido del gobernador Pablo Salazar Mendiguchía.
“Es el traspatio que nuestros ‘socios’, menosprecian y descuidan. Flujo sin medida que se canaliza a partir de la capital tabasqueña, Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, por la vía terrestre y aérea, principalmente hacia la frontera de Sonora-Arizona, donde la corrupción propiciada por la ‘migra’ mexicana hace posible el paso a Yuma, Lukeville, Sasabe, Nogales, Naco y Douglas, y de ahí a Tucson, Phoenix y demás ciudades de Arizona, Estados Unidos, mediante cuotas de tres mil a 15 mil dólares.
“Una ‘alerta naranja’ ordenada por el presidente George Walker Bush, vulnerada en su línea fronteriza del sur de México, donde menos de 200 efectivos del Instituto Nacional de Migración se dedican más a hacer negocio con los inmigrantes, que a vigilar e impedir su entrada ilegal a territorio mexicano.
“Más preocupación de nuestros ‘aliados y primos’ por cuarentenar la frontera sur chiapaneca, para evitar la comercialización de ganado del Soconusco-Costa y el proveniente del istmo latinoamericano, mediante la creación de un ‘Barrido Zoosanitario’, mientras en las cercanías de Washington se descubre ganado infectado por el llamado mal de las ‘vacas locas’, que ha provocado la cancelación temporal de importaciones de carne estadounidense por parte de nuestro país que al año compra 500 mil toneladas de este producto.
“Prueba fehaciente de que la infraestructura de seguridad del gobierno norteamericano no es infalible, ya que no necesariamente los actos terroristas para dañar sus intereses pueden darse en forma de atentados a instalaciones físicas, sino también de manera bacteriológica, como parece ocurrir actualmente en el ámbito de su producción ganadera, rechazada de inmediato en el resto del mundo ante los posibles riesgos para la salud humana.
“Oportunidad para que los ganaderos de la Costa chiapaneca, de Arriaga a Suchiate, eleven su voz ante la injerencia del Departamento de Agricultura en las decisión de su similar mexicana, que impide la venta de sus productos cárnicos a otros estados del país, por la versión de que pudiesen estar contaminadas por brucelosis y tuberculosis, que hasta ahora no han podido probar.
“Difícilmente serán escuchados por un gobierno, de por sí sordo ante las justas demandas de los productores del medio rural que progresivamente han ido sucumbiendo económicamente como resultado de la avalancha, principalmente de las mercancías estadounidenses, y en menor escala de Canadá, dentro del esquema de un Tratado de Libre Comercio de América del Norte del todo desventajoso.
“Desempleo y emigración hacia el lado americano de decenas de miles de chiapanecos, tanto del campo como de las ciudades más importantes, debido a la ausencia de estímulos oficiales para la producción y fortalecimiento de la raquítica planta productiva industrial. No hay precedente, y después de tres años de la ‘administración estatal de la Esperanza’, el panorama es desolador.
“Constantes denuncias de atropello a los derechos humanos. Persecuciones con saña. Encarcelamientos por delitos dudosos y creación al vapor de empresas propiedad de funcionarios que se benefician con la posición que ocupan, son parte de un escenario lleno de discursos optimistas que poco o nada tienen que ver con la realidad de una entidad, donde el retroceso se vuelve grave, como el olvido para el cumplimiento de promesas de campaña.
“Inconformidad por doquier, dada la desatención a las problemáticas sociales diversas que se complican. Guerra religiosa con saldos elevados de sangre entre católicos y protestantes. Indígenas contra indígenas. Carne de cañón de quienes en ellos fomentan el fanatismo, odios y vicios. Armas de alto poder en las Regiones indígenas, que hacen temer no uno sino muchos Acteal, de triste recuerdo, precisamente por haber sido escenario de la masacre de seguidores del obispo amigo en retiro, don Samuel Ruiz García.
“Crímenes impunes como constante. Diciembre, mes de informes del virrey estatal y sus virreycitos municipales. Todo optimismo que nadie cree, porque no hay obra trascendente. Visita presidencial número 13 en el fin de año que se valora positivamente, porque, por fin, después de tres largos años la Federación se dignó a concluir el Puente Chiapas, que impedía la culminación del tramo carretero de paga Tuxtla Gutiérrez-Las Choapas, y su posterior conexión a la red rumbo al Distrito Federal, con algo de ahorro de tiempo.
“Pero falta más. Hay tramo de autopista pendiente de la capital chiapaneca a San Cristóbal de Las Casas, que inexplicablemente no se termina, a pesar de que existe presupuesto autorizado. Indicios de corrupción que se ocultan. Denuncia de los constructores acreditados ante la administración gubernamental, de que hay desviaciones y conductas ilícitas en la asignación de obras a empresas fantasmas o del Distrito Federal, en tanto la quiebra hace presa a la mayoría de quienes han arriesgado capital y futuro, en bien de un estado que recibe migajas del centro.
“Cortina de humo para encubrir lo que todo mundo sabe. Nada se investiga, sólo se promete, como desde hace 36 meses. Autopista de la Costa que no es tal, pero que se cobra como si fuera de primer mundo, pero sin servicios sanitarios dignos y tampoco de auxilio en caso de accidentes.
“Es el desorden, mientras con bombos y platillos se anuncia que algunos servicios oficiales se digitalizan y el presidente de la República pone al de Chiapas como el gobierno líder en materia de tecnología cibernética, que contrasta abismalmente con la compleja realidad educativa y cultural, en la que la mayoría de la tercera parte de su población, indígena toda, no habla más que su lengua original, además de que un alto porcentaje de los chiquillos y chiquillas de todo el estado, padecen niveles de desnutrición que van del primero al tercer grado.
“Frontera Sur chiapaneca del ‘México Maravilloso’, que por ningún lado se encuentra. Presencia masiva del Ejército Mexicano que mantiene cuarteles por todos lados de los más de 74 mil kilómetros cuadrados del territorio, sin que ello influya en una disminución del factor riesgo representado por la inseguridad.
“Soldados bien resguardados, mientras la delincuencia crece. Impunidad de ‘zapatistas’ que hacen de las suyas con sus gobiernos propios, irrespetando la Constitución y sus leyes. Pronto el décimo aniversario del ‘levantamiento armado’, sustentado inicialmente en la presencia de mercenarios de origen salvadoreño, guatemalteco y nicaragüense, que dieron vida al denominado Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que pasado el tiempo mantiene vigente su ‘declaración de guerra’ al ‘supremo gobierno’.
“Inseguridad en la faja fronteriza, que desde Washington se ve distante y más aún desde el Distrito Federal. Tráfico de seres humanos, de enfermedades ya erradicadas aquí, de armas y de drogas que no necesariamente tienen ahora destino en los Estados Unidos, pues Chiapas y todo el país no son ya trampolín, como antes, sino un gran consumidor de estupefacientes como la cocaína, que inunda y corrompe.
“Violencia que no disminuye, pese a las denuncias y difusión en los medios de comunicación. Nada pasa. Nada se hace a favor de una sociedad sureña que no acaba de entender por qué se le castiga tanto con la indiferencia. Tierra de impunidad, donde los Mara Salvatrucha no únicamente asesinan a locales y extranjeros que viajan colgados de los vagones del ferrocarril, sino que, en demostración plena de poder, se enfrentan con armas en el interior del centro penitenciario de Tapachula.
“¿Dónde la presencia de la autoridad municipal, de la estatal y federal para frenar a esta delincuencia organizada? Cansancio de los sectores sociales que después de múltiples marchas callejeras de protesta por el clima de incertidumbre, no acaban de entender tanta cerrazón de su alcalde, del gobernador y del propio Vicente Fox Quesada,
que no se cansa de alabar el ‘buen gobierno’ de Salazar Mendiguchía.
“¿Cómo pensar en la posibilidad de atraer inversión foránea a la entidad, cuando a diario el crimen organizado hace de las suyas evidenciando la ausencia de autoridad? Chiapas es un estado de poca inversión de la industria, que conlleve la creación de empleo masivo, precisamente por el desinterés oficial de generar un clima de paz y armonía.
“Ingobernabilidad que se palpa en cada uno de los espacios de un estado que no tarda mucho en entrar en convulsión social, por el abandono y la rapiña que caracterizan a la mayoría de quienes integran las administraciones estatal y municipal. Tapachula viene a ser uno de esos mejores ejemplos mejores ejemplos con su actual alcalde, Manuel de Jesús Pano Becerra, cuyo ayuntamiento ha sido acusado penalmente, en los días recientes, por la Comisión Federal de Electricidad de robar energía para encender el alumbrado de las calles.
“Incapacidad e insensibilidad de ‘servidores públicos’, de una ‘alternancia’ estatal que recurren normalmente al discurso para autoalabarse, argumentando que ‘nunca antes’ se había logrado lo que ellos hacen a favor de los chiapanecos.
“Lástima de Chiapas, lleno todavía de extraordinarias riquezas naturales, entre las que destacan el petróleo, el gas, caudalosos ríos para construir más hidroeléctricas, además de su agricultura, pero sobre todo llena de gente de lucha y dispuesta siempre a la superación, que dé fin a que hoy sea tierra sin ley y sin gobierno”.
Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.
Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.C.