Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
Se niegan a abandonar el tradicional refugio que les brinda el oro
Enorme preocupación en el mundo por el incremento de contagios de Covid-19, impactando de manera significativa en los mercados financieros internacionales. El aumento de casos y muertes, así como la persistente debilidad de la demanda, se están convirtiendo en nuevos lastres para la recuperación. Ayer, por quinta sesión consecutiva el bono de 10 años de EU registró un incremento, en esta ocasión con un aumento de 3pb para alcanzar un máximo de 10 meses en 1.15%. De manera similar, el referente local a 10 años subió 6pb al finalizar en 5.80%, tratando de encontrar nuevos inversionistas que confíen en las acciones que realizan los principales gobiernos para contrarrestar la pandemia.
Pero los inversionistas se niegan a salirse de los metales preciosos, principalmente el oro que durante momentos difíciles continúa siendo el mejor refugio para conservar sus capitales. Por supuesto, los principales índices accionarios registraron caídas generalizadas en Europa y EU. En este contexto y tras haber alcanzado un máximo de 26 meses, el IPC cayó 0.71% para finalizar en 46,395.32 puntos. En el mercado cambiario, el peso retrocedió 0.10% frente al billete verde y cerró en 20.03 unidades por dólar. Finalmente, la racha alcista en los precios del petróleo concluyó con bajas en el Brent, que se vendió en 54.98 dpb (-1.6). La mayoría de los países continúa paralizando la economía en un intento por obligar a los ciudadanos a quedarse en casa, pero la crisis sanitaria continúa y orillando a muchos jefes de familia a desafiar las medidas confinamiento.
En México, el empleo registrado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) observó una caída anual de (-)2.5% en 2020, lo que representó una pérdida de 514,012 plazas formales. A partir del inicio de la pandemia (marzo de 2020) y hasta julio hubo una disminución de 1.118 millones de empleos formales; mientras que, durante los 4 meses siguientes se logró recuperar un total de 555 mil empleos. No obstante, esta tendencia se detuvo durante diciembre, mes que estacionalmente presenta cifras negativas en la generación de empleos y que este año, además, estuvo acompañado por el restablecimiento de las restricciones de la actividad económica en varios estados del país. Así, durante diciembre se perdieron 277.8 mil empleos con respecto a noviembre, con lo que el año cerró con 19.74 millones de trabajadores registrados ante el IMSS, (-3.2% menos que el mismo mes del año previo). En tanto, el salario de cotización de diciembre alcanzó un incremento anual nominal de 7.9%, es decir, 4.8% por arriba de la inflación.
En EU la inflación de diciembre en línea con lo estimado, se ubicó en 0.4%, mayor al dato previo de 0.2%. En tanto, la inflación subyacente fue de 0.1%. En términos anuales, la inflación general fue de 1.4%, mientras que la subyacente se colocó en 1.6%. La inflación continúa ubicándose por debajo del objetivo de largo plazo de la FED. El resultado de diciembre se debe, en gran medida, a menores incrementos de precios de tarifas aéreas y hoteles, entre otros. Analistas de Citibanamex esperan que la recuperación de estos y otros servicios, altamente afectados por la pandemia, impulsen el aumento de los precios a mediados de 2021. Si bien es pronto para ver signos de mayor inflación en los próximos meses, seguimos esperando que una fuerte demanda en 2021 –impulsada por la recuperación económica y los apoyos fiscales– pueda derivar en que la inflación subyacente alcance el 2% para fines de año.
Rechazan analistas del sector de telecomunicaciones la desaparición del IFT.
La desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones, que inicialmente sería absorbido por la SCT, “sería a todas luces un claro retroceso en la especialización regulatoria que se ha logrado desde 2014 pues la SCT es la encargada de ejecutar la política pública, mientras que el IFT es la encargada de regular los mercados y la competencia en el sector”. Así lo expresaron especialistas del sector de las telecomunicaciones. Al respecto Gonzalo Rojon, de The Competitive Intelligence Unit, nos dijo que “una acción de esta naturaleza en el mediano y largo plazo sería negativo en mercados que hoy en día son fundamentales y que inclusive han cobrado una mayor relevancia ante la pandemia por la cual estamos cursando”.
Además -añadió-, la eliminación del IFT sería violatoria de la Constitución Mexicana y representa una clara señal de centralización del poder y de las decisiones regulatorias de los mercados, algo que a nivel internacional no sería bien visto y que además vulneraría el cumplimiento de ciertas obligaciones internacionales de México, tales como el T-MEC. Este estipula la obligación del aseguramiento de mercados competitivos, a través de un ente totalmente independiente de la administración pública que regule de manera correcta y eficaz los mercados de telecomunicaciones y radiodifusión.
Por si fuera poco, el año pasado, como parte de la reestructuración del gobierno federal, se eliminó la Subsecretaría de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), dependencia cuya encomienda principal era impulsar el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones y radiodifusión a lo largo del territorio nacional, así como la búsqueda de estrategias para reducir la brecha digital en el país, promoviendo programas para el acceso a internet y desarrollo de habilidades para la población más vulnerable.
A mi parecer, concluye Rojon, al presidente López Obrador no se le ha informado bien sobre los beneficios para el país de contar con estos órganos. El gobierno deberá de valorar el retroceso que la eliminación de estos organismos representaría, pues más allá de un posible ahorro de recursos en el corto plazo, implicaría grandes pérdidas en el bienestar de los consumidores y se regresaría a condiciones de mercados extremadamente concentrados de los cuales a lo mejor hoy ya no nos acordamos.