ISRAEL.- El Parlamento de Israél se disolvió este miércoles a medianoche (hora local), y se convocarán nuevas elecciones. Se trata de las cuartas en dos años, lo que confirma la imposible unión de Benjamin Netanyahu y Benny Gantz en un mismo gobierno.
El miércoles a medianoche, la Knéset quedó disuelta después de que el gobierno “de unión y de emergencia”, formado en abril por Benjamin Netanyahu y su adversario Benny Gantz, no lograran alcanzar un acuerdo sobre los presupuestos del Estado.
Tras tres comicios legislativos que no dieron un vencedor claro entre Netanyahu y Gantz, los dos candidatos decidieron enterrar el hacha de guerra en abril para hacer frente a la pandemia del covid-19. De ese modo se formó un Ejecutivo de unidad que, aparentemente, ponía fin a la crisis política más larga de la historia del país.
El acuerdo incluyó una rotación en el puesto de primer ministro y estipulaba que el gobierno adoptaría un único presupuesto para dos años (2020 y 2021), pero el partido Likud, de Netanyahu, propuso votar dos presupuestos diferentes, lo que la formación centrista Azul y Blanco de Gantz rechazó. Aunque poco después Gantz propuso lo mismo,la idea no prosperó y este martes los diputados la rechazaron con 47 votos a favor y 49 en contra.
Benjamin Netanyahu tampoco salió indemne de los últimos meses, ya que confrontó la dispersión de sus tropas a medida que se acerca su comparecencia, a principios de 2021. Se trató, además, del primer juicio contra un jefe de gobierno en el cargo.
Además, si bien los últimos comicios fueron prácticamente duelos Netanyahu-Gantz, “la desintegración del partido Azul y Blanco cambió la dinámica”, consideró Yohanan Plessner, director del Instituto Democrático de Israel, un centro de análisis de Jerusalén.
El resultado de esto, según él, es que “ya no [se] sabe quién es el principal oponente” de Netanyahu.
AM.MX/iv (AFP)
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