MIGUEL ÁNGEL FERRER
Los datos duros son más reveladores que las toneladas de noticias falsas que diariamente pretenden abrumar a la ciudadanía para mermar el apoyo de la gente a López Obrador. He aquí algunos de esos datos: el precio del dólar se encuentra por debajo de 23 pesos y la inflación está bajo control y apenas supera la cota del cuatro por ciento.
Durante los 24 meses transcurridos del sexenio obradorista la bolsa de valores no ha sufrido sobresalto alguno. Y contra todos los pronósticos y malos deseos de la intelectualidad de derecha, las remesas no han caído y, por lo contrario, han ido permanentemente al alza.
Y una cosa semejante acontece con la recaudación fiscal: cada día ésta crece gracias al exitoso combate a la evasión y al fraude fiscales. La suma de estos dos factores, como a todos nos consta, alcanza miles y miles de millones de pesos que antes simplemente no ingresaban a las arcas públicas.
Por lo que toca al consumo, y a pesar de la contingencia sanitaria de los últimos meses, éste no se ha derrumbado. Es más: mantiene una ligera tendencia creciente. Así se ve en los mercados populares, en las tienditas de barrio y en los grandes supermercados. Y así, igualmente, lo reportan las poderosas asociaciones de comerciantes organizados del país.
El sostenimiento del consumo popular indica, correlativamente, que no se ha hecho presente el desabasto de mercancías. Y lo que se dice para el consumo y el abasto populares puede hacerse extensivo al consumo en general.
En el ámbito financiero debe destacarse la estabilidad con ligera tendencia a la baja de la tasa de interés. Y este hecho que en cualquier tiempo es una buena noticia económica se torna mucho más relevante en la situación provocada por la pandemia en curso.
Por lo que toca a la multimillonaria, en dólares, deuda externa, es del dominio público que el gobierno de López Obrador se resiste a contratar nuevos préstamos, lo que indica a las claras que la economía mexicana ha sido capaz de sostenerse con sus propios recursos.
Este panorama económico, objetivo y comprobable, choca frontalmente con las versiones de la derecha trasnochada que hablan de una crisis económica inmanejable e insalvable, en obvia confusión entre la realidad y los insanos deseos del conservadurismo pripanista.