Sergio Gómez Montero*
La patria es como el amor, tan inasible
Nace que nace por boca, boca que agarra los labios
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González M.: “Amor de Patria”
¿Por qué le cuesta tanto a Estados Unidos respetar la soberanía de Venezuela? ¿Será que ellos aman tanto así las arepas, con la misma intensidad que Standars&Poors son amantes asimismo de las gorditas, que un día sí y el otro también les gusta meterse con México y su economía, que ellos la ven de una manera y los pobres de México comenzamos a verla de una manera totalmente diferente a cien días de distancia de que un nuevo gobierno asumió la conducción del país? Y no, no se trata de ver, nosotros, con cierta preferencia a este nuevo gobierno, sino que, paulatinamente, entre otras cosas significativas el manejo del petróleo entre nosotros comienza a cambiar de manera significativa, de la misma manera que cambió en Venezuela desde hace veinte años, desde que Chávez llegó a la Presidencia de ese país y su situación social cambió.
Mas, por el otro lado, no en balde pues, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, amenazó este lunes sin recato a los venezolanos y a todos los latinoamericanos que a su país no le temblará ya la mano para volver a aplicar la Doctrina Monroe (“América para los americanos”, que para ellos se traduce para los gringos) si no se someten a las reglas establecidas por la “democracia” capitalista que para nosotros los latinoamericanos consiste en la entrega de nuestros recursos naturales a sangre y fuego, si es que no lo queremos hacer “pacíficamente”. Esa ha sido nuestra relación con los estadounidenses aun cuando nuestras relaciones comerciales se den por las vías que se establecen legal e internacionalmente: para ellos, nosotros, siempre hemos sido socios que nos tenemos que someter a lo que ellos convenga. No hacerlo así significa exponernos al uso de la fuerza por parte de ellos, pues ningún organismo internacional, consideran ellos, tiene autoridad suficiente como para ponerles límites.
Ese espíritu colonialista que alimenta y sustenta a la doctrina Monroe y que hoy es la doctrina que alienta a la política exterior de Estados Unidos y la de los otros cincuenta países que lo acompañan se opone, de raíz, a la política sostenida por más de 150 países que, en la ONU, consideran una agresión en contra de Venezuela la posición de Estados Unidos y por eso las declaraciones de Rusia y China en defensa de la soberanía del país latinoamericano, que particularmente hoy sabe que Estados Unidos, en Venezuela, no busca precisamente arepas, como no busca gorditas con las presiones que en la actualidad, a través de sus calificadoras (Standars&Poors y Moodys), están ejerciendo en contra de México para que su gobierno modifique de raíz sus políticas sociales (particularmente la económica en su rama energética) y cambie de ruta a fin de retomar el rumbo capitalista que hasta hace 100 días tenía.
¿En qué irá a culminar ese dilema de los ataques abiertos y encubiertos del gobierno de Estados Unidos en contra de la soberanía de los países de América Latina? ¿Se impondrá impunemente, sin defensa, la doctrina Monroe una vez más? ¿Nada podrán hacer México, Venezuela, Bolivia y Uruguay para evitar ese ataque en despoblado? ¿No podrán esas naciones, entre todas, mandarle al gobierno estadounidense un paquete de arepas y de gorditas si algo busca de América Latina?
*Profesor jubilado de la UPN
gomeboka@yahoo.com.mx