martes, mayo 14, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Pemex: Riesgos en desarrollo

Pablo Cabañas

(Segunda parte)

En los últimos días, los acreedores de Petróleos Mexicanos (Pemex),  se unieron contra el plan del presidente Andrés Manuel López Obrador . El plan  fue calificado de  decepcionante ante el deterioro financiero y el declive productivo de la empresa.  Se contempla una disminución fiscal a Pemex por 15 mil millones de pesos en 2019, apoyos por 25 mil millones por parte del Gobierno federal, 35 mil mil millones de pesos para prepago de deuda y 32 mil más como resultado de la estrategia de combate al robo de combustible. Además de 107 mil millones de pesos por ingresos extras. Dado el nivel de la deuda es muy poco de acuerdo a  las obligaciones pactadas por el gobierno de Peña Nieto.
La primera advertencia de los acreedores fue de  Ficth Ratings, que rebajó la calificación de Pemex al considerar como insuficiente el plan de rescate por lo que, dijo, mantendrá sin cambios la calificación crediticia de la empresa. El grupo estadounidense Citi advirtió al gobierno federal que “el mayor problema que vemos es que ni la administración ni el plan de negocios de Pemex han cambiado (…) creemos que el gobierno no tiene el diagnóstico correcto del problema en la empresa”. En el análisis “Segundo strike, plan de Pemex insuficiente de nuevo”, la matriz de CitiBanamex léase Black Rock expresó:  “el mayor problema para Pemex es de solvencia, dado que bajo el plan de negocios del gobierno la trayectoria a futuro de la empresa no es convincente”.
En el documento de CitiBanamex – Black Rock se precisa: “Creemos que Pemex no se volverá más eficiente ni rentable, ya que asignará capital a actividades de bajo rendimiento, no mejorará significativamente los procesos operativos y de gestión, y preferirá realizar la mayoría de las actividades por sí solo en lugar de asociarse con el sector privado”, expuso el grupo estadounidense.
Pemex carga con una deuda financiera de más de 2 billones de pesos, derivado de la colocación de bonos, de la adquisición de créditos y de otros instrumentos con los que financia sus actividades. La cifra supone un crecimiento de 246% desde 2008, cuando se encontraba en 579,637 millones de pesos (mdp), según cifras de Pemex y de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

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