Mouris Salloum George*
Parafraseando al clásico, si estamos cautivos en la aldea globalizada, nada de lo que es económico nos puede ser ajeno. Lo que ocurra en el país más remoto golpea al instante a las vecindades trasatlánticas.
Ese es el problema de disparar el búmeran. El artefacto revira y azota el rostro del lanzador.
La arrogante dictadura de la Unión Europea (UE) se ha aplicado en la reciente década a tripular a sus Estados parte en crisis económica, sólo para exacerbar su situación.
No es sólo el Brendix, sobre el que los mandones de la UE parecen aproximarse a un arreglo todavía sujeto a la aprobación del Parlamento inglés.
El fierro ardiente en los salones de Bélgica lo representa Italia, que se ha puesto a darle de patadas a Sansón, después de que en la primavera pasada se dio una variante en la correlación de fuerzas gubernamentales.
Lo primero que hay que establecer es que, en las elecciones parlamentarias de marzo, la izquierda fue refundida en el tercer sitio.
Sin lograr mayoría absoluta, la Coalición Liga Nacional, de centroderecha, bajo la sombra de Fuerza Italia, se reinstaló en primer lugar seguida por el Movimiento 5 Estrellas.
Gobierno pactado, el italiano, se le ha salido del huacal a la UE con la formulación de sus presupuestos, que tienen como referente una deuda por encima de más del ciento por ciento del PIB.
No obstante esa carga, el proyecto presupuestario italiano se basa en un déficit del 2.4 por ciento, una pretensión inadmisible para la UE, que se pronunció en feroces amenazas contra los ministerios de Economía y Desarrollo.
Los diseñadores de los presupuestos no se dejaron amilanar. Lo destacable de sus argumentos es que se pretende resarcir a los ciudadanos estafados por los bancos quebrados fraudulentamente durante los últimos años y reconstruir el sistema de pensiones.
Los mexicanos, compañeros del mismo dolor de los italianos
El paisaje socioeconómico italiano se asemeja al de México: Millones de usuarios de los servicios bancarios y financieros expuestos a incesantes fraudes en operaciones electrónicas, como si no bastara la estafa maestra perpetrada por los banqueros rescatados por el Fondo Bancario de Protección al Ahorro.
En materia de pensiones, los fondos de retiro de los trabajadores han sido agandallados por el gobierno y sus corporativos privados favoritos, que se han apropiado más de dos billones de pesos de los recursos acumulados, lanzados al mercado especulativo.
No es que la reacción del gobierno italiano ante la tiranía de la UE nos sirva de consuelo. Lo que aquel caso nos informa es que siempre es posible apelar a políticas alternativas, para el caso nuestro, a las políticas de choque urdidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). ¿Hay vida después del descomunal expolio? Al menos se puede explorar. Vale.
*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.