CIUDAD DE MÉXICO, 26 de noviembre (AlMomentoMX).— Pese a que más mexicanos se han sumado al sector financiero formal, las alcancías y las tandas continúan siendo los instrumentos preferidos por los mexicanos (mayores de 18 años) que ahorran. El dinero que se guarda se usa principalmente para solventar necesidades básicas como comida, gastos personales o pago de servicios.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, elaborada por el Inegi y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el 21.5 por ciento de los mexicanos consultados refirió no ahorrar.
Del porcentaje que sí ahorra, 15.2 por ciento utiliza exclusivamente medios formales (instituciones financieras autorizadas y supervisadas); 31.4 a través de canales informales (el dinero se guarda en casa, con algún pariente o mediante mecanismos como las tandas, alcancías o instituciones no autorizadas) y 31.9 usa ambos medios.
Por regiones, el centro sur y oriente del país son las que más recurren al ahorro a través de medios informales, con 37.2 por ciento; le siguen el occidente y Bajío con 32.4; la zona sur 30.9 y noroeste 28.4.
A escala nacional, los resultados respecto a la encuesta de 2015 no han tenido grandes variaciones. Hace tres años, 65 por ciento de los adultos que sí ahorraban guardaba dinero en su casa, hoy el porcentaje aumentó a 65.7; la participación en tandas pasó de 32.5 a 35 por ciento.
Del porcentaje de adultos que dijo sí ahorrar, los recursos de éstos se diluyen en el corto plazo debido a que la gran mayoría (39.4 por ciento) lo hace para gastos de comida, personales o pago de servicios; 24.9 por ciento para atender emergencias e imprevistos y solo 0.8 por ciento para la vejez o retiro.
Los principales motivos por los cuales la gente en México no ahorra, son porque no le alcanza, sus ingresos son insuficientes o variables, no lo necesita o que las instituciones financieras piden requisitos que no tiene.
Según la ENIF 2018, el efectivo es el medio de pago que sigue liderando en las operaciones más comunes respecto a las tarjetas de débito o crédito, elección determinada por el monto y tipo de pagos. Las compras de 500 pesos o menos elevan el uso de efectivo en 95 por ciento, cifra que disminuye a 87 por ciento en consumos por encima de 501 pesos.
En el pago de servicios como la renta, agua y luz, el uso de efectivo también es predominante con una participación de 90 y 95 por ciento, respectivamente.
AM.MX/dsc