SALAMANCA, ESPAÑA, 22 de mayo (AlMomentoMX). – El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, desconfió de que la manera de gobernar del ‘vecino del norte’ mejore con el paso de los meses, y aseguró que el presidente estadunidense Donald Trump es como “un chivo loco en una cristalería”.
“Yo no creo que él sea encausable… Es como un chivo loco en una cristalería”, dijo Graue en referencia a Trump.
Durante su participación en el IV Encuentro Internacional de Rectores Universia, que se celebra en la Universidad de Salamanca, Graue contrapuso la visión de Trump con las miradas amplias y la cooperación internacional que insistentemente se han reivindicado en este foro universitario.
Sobre la relación actual entre México y Estados Unidos ante la construcción de un muro fronterizo y el endurecimiento de las condiciones del TLCAN, el rector de la UNAM desconfió que el cambio sea para mejor.
“Así es el señor, de repente se le ocurren cosas diferentes y nos deja, pero ha vuelto a insistir en el Tratado”, comentó sobre la variabilidad y la incertidumbre generada por la agenda internacional de Trump, marcada hora por sus relaciones con Corea del Norte y con Oriente Medio.
Acerca de las elecciones presidenciales en México, Enrique Graue explicó que la sociedad está “desencantada con las instituciones y con los resultados económicos que se han presentado” por parte de los gobernantes.
Además, agregó, los ciudadanos están “cansados de la impunidad y por la corrupción existente”, por lo que reconoció que se trata de una cita electoral muy trascendente para su país, en la que se debe decidir “qué rumbo quiere tomar”.
El rector universitario destacó que el voto va a tener “mucho de emocional” y vaticinó que lo que depararán las urnas será “un cambio”.
El populismo, dijo, que se ha apoderado de las agendas políticas de todo el mundo está relacionado con que el crecimiento económico generado por el modelo neoliberal y macroeconómico .
Se mostró convencido de que la Universidad debe ejercer un liderazgo para revertir esta situación y destacó que “lo primero para innovar es entrar en entusiasmo por ello, comprometerse cotidianamente” en buscar lo mejor para la sociedad.
Reconoció que las propias instituciones académicas, que de puertas a fuera se muestran dinámicas y resolutivas, son “muy conservadoras” a la hora de tomar decisiones, lo que representa un lastre.
No obstante, Graue defendió que esta lentitud tiene que ver con que los procesos son participativos y hay muchos agentes que dan su parecer acerca de las estrategias, lo que confiere una “gran fortaleza” a los procesos emprendidos. “Poco a poco se van venciendo residencias y se va avanzado”, agregó.
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