CIUDAD DE MÉXICO, 4 de abril (AlmomentoMX).- Las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores, señalaron que la política migratoria no está sujeta a presiones de ningún gobierno extranjero, esto después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidiera al gobierno mexicano frenar la caravana de migrantes centroamericanos que se dirigen a la frontera norte del país.
En un comunicado conjunto, señalan que como se esperaba, la Caravana conocida como “Viacrucis del Migrante” comenzó su dispersión por decisión de sus integrantes.
Indican que autoridades del Gobierno de México, en el marco de la ley y pleno respeto de los derechos humanos, acompañó en todo momento a sus participantes durante su recorrido por territorio nacional.
“El deseo de no continuar con esta movilización obedeció estrictamente a la decisión propia de las personas que la integraban y no a presión externa o interna alguna”.
Agregaron que con relación a los extranjeros que conformaban la caravana migrante, el Gobierno de México ha centrado sus esfuerzos en informar sobre los procesos de regularización y opciones previstas en la Ley de Migración; asimismo, se han iniciado los procedimientos administrativos migratorios a quienes manifestaron dicho interés, 465 personas solicitaron oficios de salida, de los cuales 230 han sido entregados. Además, 168 de ellos se encuentran en los supuestos de ley para recibir esta misma notificación con fines de regularización, que serán otorgados en las próximas horas.
En este sentido, señalaron, el Gobierno de México reitera que su política migratoria se ejerce de manera soberana y conforme a derecho. Con esta se busca asegurar que la migración ocurra de manera legal, segura, ordenada y con pleno respeto a los derechos de las personas.
Cabe recordar que esta caravana se realiza desde 2010 y se integra principalmente por migrantes provenientes del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador).
El Gobierno de México mantiene activos los mecanismos internacionales apropiados para atender de mejor manera el fenómeno migratorio.
Una caravana de más de 1.000 inmigrantes de origen centroamericano avanza por México hacia Estados Unidos, desatando la ira del presidente Donald Trump, quien amenazó con salirse del TLCAN y enviar militares a la frontera si el Gobierno de Enrique Peña Nieto no hace nada para detener a los indocumentados.
Los migrantes, en su mayoría de provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador detuvieron su marcha en la ciudad de Matías Romero, en Oaxaca por razones logísticas.
Mientras el Gobierno estadounidense espera que la caravana se detenga por completo, funcionarios de inmigración mexicanos iniciaron el proceso de identificación para proporcionar visas de transito que les permita a los migrantes recorrer el territorio mexicano de manera legal.
AM.MX/fm
