sábado, noviembre 30, 2024

Investigadora de CONACYT propone probar nuevo modelos para mejorar la calidad educativa

CIUDAD DE MÉXICO, 24 de julio (AlmomentoMX).-  México se ubica en el último lugar de desempeño educativo entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

De acuerdo a datos de la prueba Pisa 2015, el informe educacional más  reconocido a nivel mundial, los estudiantes mexicanos tienen un nivel por debajo del promedio; en ciencias obtuvieron 416, en matemáticas 408 y en lectura 426 cuando la media internacional es de 500.

Con el propósito de elevar el rendimiento educativo, Marta Cristina Azaola Calderón, profesora investigadora de la Universidad de Southampton, en Inglaterra, propone la implementación de un modelo de colaboración entre escuelas, ejercicio que ha tenido efectos positivos en países como China, Suecia, Finlandia, Nueva Zelanda e Inglaterra.

El modelo, dice a la Agencia Informativa Conacyt , se enfoca en el mejoramiento de las prácticas docentes a partir de experiencias exitosas entre escuelas sobresalientes que apoyan a otras con sus deficiencias.

La investigadora, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, detalla que el modelo se establece entre dos escuelas de zonas geográficas cercanas, una de menor y otra de mayor aprovechamiento, que estén interesadas en el proyecto.

A partir de ello se establecen los objetivos y necesidades de la escuela de menor rendimiento, lo que permite a la otra optimizar sus prácticas docentes.

La colaboración se lleva a cabo durante ocho semanas en diferentes áreas propuestas por ellos mismos; al formar pares de trabajo que llevan a cabo observaciones de sus prácticas educativas, se planean conjuntamente aquellas que se implementarán en aulas.

La investigadora Martha Cristina Azaola, se encuentra interesada en realizar un plan piloto en México a pequeña y mediana escuela, por lo que hace un llamado  a las escuelas interesadas, así como a los gobiernos a nivel estatal o federal.

AM.MX/kcc

Agua virtual: El costo oculto de los bienes de consumo y su impacto medioambiental

La fabricación y producción de ropa y alimentos tienen un costo de agua virtual, por ejemplo, una camiseta requiere 2,700 litros de agua y un kilo de carne 15,000 litros. Durante el último trimestre del año, el consumo aumenta y con él crece el impacto hídrico; se compran todo tipo de productos y se olvida la cantidad de agua que se requirió para su elaboración. Somos PURA sugiere optar por compras conscientes, como productos de segunda mano o elaborados con materiales sostenibles, para reducir la huella hídrica. Iniciativas de impacto internacional como Water Positive buscan restaurar el agua utilizada y promueven un consumo responsable, esencial para preservar este recurso.

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