Francisco Gómez Maza
- Ganó Del Mazo gracias a los hambrientos
- Y a las electro trampas del instituto electoral
Le llaman Elección de Estado porque el presidente le invirtió todo el dinero habido y por haber para corromper a los electores. Claro, corrompió a los ignorantes, a los más pobres, a los que no tienen con qué comer y a los ventajosos. Que mandó a todo su gabinete a corromper a la gente prometiéndole el oro y el moro si votaban por Del Mazo. Y muchos hambrientos “tuvieron” que votar por el primo. Peña Nieto no podía perder el Estado de México. Habría sido como lamerle los botines a Andrés Manuel López Obrador.
Así, corrió el dinero corrompiendo conciencias, comprando dignidades, comprando los votos que le darían el pírrico triunfo al grupo Atlacomulco, no al PRI, que lo último que le importa a Peña es el partido, que sólo es su instrumento digamos que legal para corromper al país. Y los pobres que no pueden aguantar el hambre y los de Atlacomulco cagándose de la risa. Ellos seguirán haciendo negocios sucios, contratos multimillonarios, que al cabo la corrupción es sólo una palabra que sólo asusta a los moralinos.
Lo curioso de todo es que todos los mexicanos, hasta los que están adentro de las estructuras tricolores, hablan mal del PRI y del gobierno de Peña. Ya no lo aguantan. Quisieran que se los tragara el infierno. Y a la hora de la hora vuelve a ganar el PRI. Claro se vio en Coahuila en donde Los Moreira se encargaron de poner en la picota al PRI y sin embargo la mayoría de electores votó por el PRI. Y el PRI sigue en la cúspide del poder, claro que gracias a la corrupción, al reparto de dinero contante y sonante, al reparto de promesas, igual, de dinero, al reparto de cuanta chuchería le gusta engullir a la gente.
Da pena ver a universitarios, a gente dizque educada, dedicándose al negocio de la corrupción, de corromper para mantenerse en el poder. No es creíble que haya gente de esa calaña incrustada en Los Pinos y en las estructuras gubernamentales. Pues sí. La hay. Su conciencia no llega a distinguir entre lo positivo y lo negativo, entre lo bueno y lo malo, entre lo justo e injusto, entre lo correcto y lo incorrecto. Lo único que les importa es mantenerse en la cúspide del poder para enriquecerse, como si se prepararan para llevarse toda esa riqueza malhabida en el catafalco donde guardarán su cadáver, ya sea para enterrarlo o para cremarlo. Nada se llevarán.
Y los mexicanos, qué.¿Tendrán que esperar a otro Fox a que venga a echar a patadas al PRI de Los Pinos? Por qué entonces los votantes sí pudieron aguantarse el hambre y emitir su voto en libertad. Y ahora, a pesar de que ya no aguantan a los gobiernos del PRI, este negocio sigue “ganando” elecciones importantes como la del edomex. Pero no es que las gane.En el caso que nos ocupa el triunfo real fue para la morenista Delfina Gómez. Pero no podía ganar Delfina. Habría sido como una bofetada de López Obrador a Peña Nieto, y con guante blanco. Habría sido como poner de rodillas al presidente frente al tabasqueño para lamerle los botines al tabasqueño. Entonces había que hacer la pala, desde el PREP, desde el Instituto Electoral de que Del Mazo era el ganador. Y esta jugada todos la conocen. En este espacio lo dijimos en innumerables ocasiones. No pueden dar como ganador a López Obrador porque es un peligro para sus negocios personales. En última instancia, Delfina no era ni es el problema. Si ella se hubiera deslindado de AMLO estaría ahora celebrando su triunfo. Ya les dije. A estos cretinos no les interesa El PRI ni Morena. Lo que buscan es seguir usufructuando el abuldadísimo presupuesto del Estado de México y si Delfina les garantizaba esa prestación, les digo, estaría celebrando su triunfo sobre Del Mazo
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