Andy S. K. Brown*
Quetzalcóatl de JLP Vs. Grandeza de AMLO
Ernestina prometió no hace ¡lo que ya hizo!
Mañana: ¿Choque de tractores y ‘acarreo’?
A inicios de 1976 apareció a la venta la novela Quetzalcóatl escrita por quien en ese momento era secretario de Hacienda, José López Portillo, que se convirtió en best seller tras su “destape” como candidato presidencial del PRI en septiembre de ese mismo año.
Lo publicó la editorial española Salvat y en 1978 la tradujo al francés y la puso a la venta la afamada Gallimard.
Algunos literatos la han descrito como un ensayo, aunque en realidad se trata de una reflexión novelada sobre la Serpiente Emplumada, abordando tanto su carácter mítico, religioso e histórico, pues López Portillo narra en ella el origen y exilio de una de las deidades más importantes del panteón mesoamericano.
La obra se divide en un prólogo, once capítulos y un epílogo. En ellos se cuenta el origen divino de Ce Ácatl Topiltzin, su regencia de Tula, así como su caída, provocada por Tezcatlipoca. A lo largo del texto, se destaca constantemente el papel de Quetzalcóatl como un héroe cultural.
En la historia de las religiones, este tipo de personajes míticos otorgan a una civilización sus fundamentos y conocimientos primordiales. Esto abarca desde la agricultura, los oficios, las creencias, hasta las leyes, el esquema social y la fundación de ciudades o naciones.
Si usted tiene la oportunidad, su lectura es muy recomendable.
Y, por cierto, aunque la narración es sobre la era prehispánica, nada tiene que ver con la casi infinita serie de patrañas históricas que AMLO, o sus escribanos, plasmaron en el más reciente libro que aparece con su firma: Grandeza.
Gallimard, por cierto, no se atrevería a publicar este tabique.
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Y para sorpresa de nadie, la señora Ernestina Godoy fue ratificada como fiscal general por esa casa de la risa en la que “la barredora” de Adán López ha convertido al Senado.
Dos discursos durante la sesión llamaron la atención pública.
El de la legisladora panista Lily Téllez, quien le soltó buena cantidad de “toritos” para los que la ratificada no sacó ni las muletillas de siempre y, claro, el de la propia doña Ernestina.
Este último porque, todos coinciden, se comprometió a hacer lo que sí hizo en tanto fungió al frente de la extinta Procuraduría General de Justicia de CDMX… y por lo cual no fue ratificada como fiscal de la capital de la República.
Entre otras contradicciones con su biografía, la nueva “fiscal carnal” dijo que no fabricaría culpables y no alentaría persecuciones políticas.
Tiene amplia experiencia en ambas cuestiones.
Junto con el “retiradito” Alejandro Gertz, ambos inventaron acusaciones de homicidio a familiares del hermano de éste, Federico, concretamente a su pareja sentimental, Alejandra Cuevas, a su hija Laura Morán Cuevas y a su nieto Alonso Castillo Cuevas. Doña Laura purgó sentencia y estuvo recluida en Santa Marta desde octubre de 2020 hasta marzo de 2022, luego de que el Pleno de la Suprema Corte les otorgó el amparo liso y llano a Laura Morán y Alejandra Morán. La SCJN determinó que la orden de aprehensión y el auto de formal prisión dictados en contra de Morán y Cuevas –en lo que participó el magistrado presidente del Tribunal ¿de Justicia? de CDMX, Rafael Guerra– fueron inconstitucionales.
En cuanto a las persecuciones políticas, los panistas de Benito Juárez, ahora empoderados en la dirigencia nacional del partido blanquiazul, pueden narrar sus experiencias de espionaje desde las antiguas oficinas de Godoy, lo que se denunció hasta en el diario The New York Times.
¿Le creemos a la señora Godoy?
¿Sobre todo ahora que su ámbito de influencia rebasó lo local y ya abarca lo nacional?
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Está latente la posibilidad de que mañana, sábado 5 de diciembre, pueda darse un encontronazo en carreteras y autopistas que unen a CDMX con el resto del país entre agricultores y “acarreados” al MorenaFest que se celebrará en el Zócalo a iniciativa de la señora Sheinbaum.
¿Tapones en las casetas de cobro, que también sirven como retenes policiacos desde siempre?, para evitar que los poco entusiastas que “voluntariamente a fuerza” son transportados bajo chantaje –si no vas, pierdes tus apoyos sociales– serían lo mínimo que podría esperarse.
Porque con razones de sobra los agricultores están furiosos. Los engañaron en las “mesas” de Gobernación y, todavía peor, cuando le echaron a Ricardo Monreal el paquete y éste les dio atole con el dedo.
A final de cuentas, mal redactada y carente de técnica legislativa en no pocos de sus artículos, la llamada Ley del Agua se aprobó en San Lázaro justo en los términos en los que la querían en Palacio Nacional.
Ahora sólo queda cruzar los dedos a la espera de que las fuerzas represoras del gobiernito no intenten siquiera detener u opacar la protesta de los tractoristas o, peor todavía, que armen zacapelas para proyectar que los tractoristas atacaron a los “acarreados”.
No soy adivino, pero… ¡ya conocemos como actúa la 4T!
@AndySKBrown1
* Pseudónimo bajo el que se redactan informaciones aportadas por los colaboradores y lectores del portal Índice Político.
