Alejandra Munguía Cambrán
⦁ ¿Vale la pena correr el riesgo?
⦁ “Irala” a sus 62 años aún levanta bajas pasiones.
⦁ ¿LO QUÉ QUIERE ES DEJAR DOS HÚERFANOS O CÓMO? Más allá de que ni el luto respeta, está sacando raja política o el choro de dar continuidad a lo que Carlos Manzo comenzó en Uruapan, hay dos cosas que veo, la primera me sorprende la ligereza con la deciden ocupar un cargo público que conlleva muchísima responsabilidad, no sólo es decir, quiero ser presidente municipal cuando no sé ni papas del cargo, ese es el primer acto de corrupción, asumir un puesto para el que no se está preparado y ahí están los resultados de votar por puros improvisados incapaces de encontrarle cuadratura al círculo, cuando la realidad es que gobernar si tiene chiste. Hemos sido sus víctimas por siete años de ocurrencias, incapacidades, intereses personales y aun así ahí va de nuevo la burra al trigo. Gobernar no es nada fácil y muchos menos administrar un presupuesto, no es solo de echarle ganitas o de buena voluntad y no se vale tampoco decir que es por amor al prójimo, porque ese se acaba también. Me queda claro que el poder es adictivo, creo que más que el dinero, claro que una cosa lleva a la otra, pero ser funcionario público es mucho más que ganar una elección, además de que los triunfos de Morena son el resultado de la compra de votos, la cual es su principal estrategia ante los débiles liderazgos. No es sólo decir, voy a ocupar el lugar de mi marido asesinado para hacerle justicia, es saber lidiar con la corrupción; administrar el dinero de los contribuyentes sin caer en la tentación; enfrentarse con esas personas que quieren obtener un beneficio a cambio de favores; pagar facturas; cumplir promesas; un sinfín de cosas que dudo podría nombrar todas. Seguro están diciendo, chale Munguía, ¿tú qué sabes? Lo sé porque lo he vivido de cerca en tres administraciones en las que he estado como funcionario público. La primera de la que formé parte (2013-2015), me dejó muy mal sabor, pero de las dos siguientes me enorgullezco porque trabajé con dos mujeres que me demostraron que las cosas se pueden hacer bien y que no defraudaron lo que se esperaba de ellas, claro jamás en una de Morena, por lo que paso largas temporadas en la banca. La segunda cosa que me preocupa con la decisión de Grecia Quiroz, hoy viuda de Carlos Manzo, es si ya pensó en lo que pasaría con sus hijos si le sucede lo mismo que a su esposo ¿está dispuesta a dejarlos huérfanos por unos años de poder? Porque nada ni nadie le garantice que quienes mataron a Carlos Manzo, no lo hagan con ella. Está para pensarse ¿no creen? No por haber sido su cónyuge es él.
⦁ “IRALA” AÚN LEVANTA PASIONES. Ni ella se la creyó, pero en fin. Pobre mujer es insultada, difamada, humillada, sobajada, una víctima de sus adversarios, además de las redes y ahora hasta manoseada en pleno Centro Histórico, donde sus guardaespaldas son cero a la izquierda, de hecho, fácilmente pudieron haberle dado un plomazo y su vigilancia papando moscas, porque ¡ooooobvio!, no fue un burdo montaje de cuarta para desviar la atención del asesinato de alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ¿cómo creen?; la doña sufrió lo que cientos de jovencitas y n tanto, padecen todos los días. Sí, sus asesores creyeron que a alguien le interesa que haya sido manoseada y con eso desviarían los ataques y la atención pública, ¿cómo les decimos que no funcionó?, porque la gente sigue enardecida y dudo que lo vayan a poder apaciguar con un burdo montaje.
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