Ciudad de México.- La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), a través de la Dirección General del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental (DGSANPAVA), reconoció a la Dra. Ivonne Janeth Garzón Orduña, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por el descubrimiento de una nueva especie de polilla medidora, denominada Phyllodonta coztomatlivora. El hallazgo tuvo lugar en el Parque Nacional Desierto de los Leones, uno de los espacios ecológicos más importantes de la capital del país.
Una especie críptica que revela los secretos del ecosistema capitalino
La Phyllodonta coztomatlivora pertenece a un grupo de especies llamadas “crípticas”, ya que a simple vista son muy parecidas entre sí, pero se distinguen por diferencias genéticas y características internas que solo pueden identificarse con un análisis detallado. En 2024, la Dra. Garzón y su equipo del Laboratorio de Sistemática de Polillas de la UNAM realizaron muestreos en el Desierto de los Leones, donde recolectaron orugas que se alimentaban de la planta Physalis coztomatl.
El trabajo, desarrollado en colaboración con el Dr. Andrew Brower, permitió confirmar la existencia de esta nueva especie, gracias a un estudio minucioso que combinó observación en campo y análisis de laboratorio. “Este hallazgo representa una contribución significativa al conocimiento científico y a la conservación de los ecosistemas locales”, destacó la Sedema.
El estudio de las polillas refuerza la importancia de los ecosistemas urbanos
El análisis de este tipo de insectos es fundamental para comprender la complejidad de los ecosistemas. En México existen cerca de 15 mil especies de polillas documentadas, aunque se estima que podrían superar las 23 mil. Además de identificarlas, es necesario conocer su comportamiento, interacciones ecológicas y condiciones de hábitat, elementos que son clave para garantizar su conservación.
Según los especialistas, la Phyllodonta coztomatlivora habita en el Eje Volcánico Transmexicano, particularmente en los bosques de encino y oyamel del Desierto de los Leones, un entorno que también alberga fauna emblemática como el venado cola blanca, el lince americano, mapaches y mariposas migratorias. Este ecosistema, considerado uno de los pulmones verdes de la Ciudad de México, forma parte de las 27 Áreas Naturales Protegidas de la capital.
Las polillas cumplen un papel esencial en la salud ambiental urbana
El descubrimiento también busca revalorizar el papel de las polillas en el equilibrio ecológico, ya que cumplen funciones vitales como la polinización y la regulación del crecimiento de las plantas. Tanto las orugas como los adultos son una fuente de alimento indispensable para aves, murciélagos, lagartijas y otros insectos, lo que las convierte en un eslabón clave dentro de la cadena alimenticia.
La Dra. Garzón ha impulsado además la capacitación de técnicos operativos que monitorean la biodiversidad en las Áreas Naturales Protegidas, con el propósito de combatir la desinformación y cambiar la percepción negativa hacia ciertos organismos. Su trabajo científico reafirma el compromiso de la Ciudad de México con la investigación ambiental, promoviendo una visión más consciente sobre la riqueza biológica que habita en su territorio.
AM.MX/CV
