CIUDAD DE MÉXICO.- La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos dio a conocer que la inflación mensual de septiembre se ubicó en 0.3%, por debajo del valor del mes de agosto y de lo anticipado por el mercado (0.4% en ambos casos). Con esto, la inflación anual aumentó de 2.9% a 3.0% en el mes, igualando el valor de la lectura de enero, el más alto del año, aunque igualmente inferior al 3.1% estimado por el consenso.
Por su parte, la inflación mensual subyacente se desaceleró en septiembre, pasando de 0.3% a 0.2%, mientras que el mercado anticipaba que se mantuviera en el mismo nivel. De manera similar, la medición anual subyacente descendió de 3.1% a 3.0%, cuando el mercado también preveía que se mantendría estable.
¿Cómo reaccionaron los mercados?
El mercado de renta variable ha mostrado una reacción positiva a la noticia, con el S&P 500 y el Nasdaq 100 subiendo 0.12% y 0.10% respectivamente, en lo corrido del día. Por su parte, la renta fija muestra una reacción moderada, con la curva de rendimientos de los tesoros estadounidenses registrando una caída de 1 punto básico en su nodo de 2 años, mientras que el de 10 años se mantiene inalterado. Por último, el dólar se ha beneficiado con la noticia, con el índice DXY subiendo 0.11% en lo corrido del día.
¿Cuál es nuestra interpretación?
A pesar del aumento en la inflación general frente a la lectura de agosto, el dato de septiembre se ubicó por debajo de lo anticipado. Lo anterior, sumado a una inflación subyacente que comienza a mostrar señales de moderación, brinda cierto alivio a los mercados al reforzar la percepción de que el aumento en los precios comienza a ceder terreno gradualmente.
Esperamos que la Fed realice un recorte adicional de 25 puntos básicos en lo que queda del año, y tres recortes el próximo año, menos de lo que descuenta el mercado. En este contexto, mantenemos una postura negativa en duración, al considerar que la Fed ya se encuentra bastante acomodativa, y que sus recortes se pueden ver limitados por la persistencia de la inflación.
Por otro lado, mantenemos una visión favorable de la renta variable. No anticipamos que la economía estadounidense entre en una recesión en los próximos 12 meses, y con unas condiciones financieras laxas, riesgos comerciales contenidos, y utilidades corporativas en expansión, vemos mayor potencial de valorización que en renta fija.
AM.MX/fm
