Andy S. K. Brown
EU nos envía criminales cubanos
Y México pide un criminal a Cuba
Calles de CDMX ¡ya privatizadas!
Prácticamente fue el diario El Nuevo Herald, con amplia circulación entre la población latina de Florida, el único que dio la noticia, al tiempo que con ello alertaba a quienes vivimos en México.
Bajo el título “Cientos de cubanos residentes en el sur de Florida desde hace años están siendo deportados silenciosamente a México” y firmado por Claire Healy y Syra Ortiz-Blanes la nota apunta que “el gobierno de Trump está enviando discretamente a cientos de cubanos y otros inmigrantes con antecedentes penales significativos en autobuses a través de la frontera con México, en una expansión de las deportaciones a terceros países.”
Cuba no los ha aceptado.
Y en su lugar, pues el “soberano” gobierno de la señora Sheinbaum sí les ha dado la bienvenida, también con suma discreción, sin informar a los contribuyentes.
“Todos habían sido condenados por delitos en Estados Unidos. Algunos habían cumplido condenas de prisión y tenían órdenes de deportación firmes durante años”, se lee en el diario.
Lo peor es que, como la 4T los aceptó extraoficialmente, no les ha entregado ningún documento que los identifique y ni siquiera que acredite su estancia legal en nuestro territorio, por lo que muchos declararon a las periodistas que “han pasado semanas buscando trabajo, comida, refugio y durmiendo en la calle.”
Los recién llegados tienen graves condenas penales en Estados Unidos, incluyendo tráfico de drogas, violencia doméstica, robo, robo a mano armada, abuso infantil y agresión. Algunos tenían cargos adicionales por los que no fueron condenados, incluyendo un caso de intento de asesinato.
¡Gran intercambio! El gobierno de Trump nada dice del envío de cuantiosos recursos de los mexicanos a la dictadura castrista ahora encabezada por Miguel Díaz-Canel –combustibles, tractores, implementos agrícolas, contratos de quienes dicen ser médicos–, y en silenciosa complicidad nos envía a los criminales oriundos de la isla caribeña para que continúen delinquiendo aquí.
¿Cómo es que dice la señora? ¿Qué México es independiente, soberano y que no acepta imposiciones extranjeras?
¿Le cae?
* * *
¡Y ahora vamos a verificar si la enorme solidaridad y generosidad de los gobiernos de la 4T le es retribuida por la dictadura cubana!
La Fiscalía General de la República solicitó, vía la Interpol, la captura del prófugo Zhi Dong Zhang, alias “Brother Wang”, recién capturado en La Habana, o al menos eso fue lo que apenas informaron desde la isla.
Zhang fue detenido originalmente en México el 31 de octubre de 2024, acusado de 13 cargos relacionados con el tráfico de cocaína, fentanilo y lavado de dinero. Tras su captura fue recluido en el Reclusorio Sur, aunque posteriormente un juez federal le otorgó prisión domiciliaria en una vivienda ubicada en la colonia Lomas de Padierna, en la Alcaldía Tlalpan, bajo custodia de la Guardia Nacional, para fugarse a través de un túnel cavado hacia la casa contigua el 11 de julio pasado.
¿Lo extraditarán a México los cubanos?
¿O lo utilizarán como pieza de negociación con el gobierno trumpista, primero en demandar que lo extraditaran a su territorio para ser juzgado, además, por lavado de 20 millones de dólares entre 2020 y 2021 depositados en 170 cuentas bancarias?
¿Con melón o con sandía?
* * *
Las estrechas calles de la capital nacional ya no son del “pueblo”.
Ahora, con todo y que están llenas de baches, hoyancos y hasta de socavones, han sido ocupadas por el sector privado.
Sí, leyó usted bien. La 4T privatiza. Nada de que son enemigos de que los bienes públicos pasen a manos privadas, como muchos de sus más radicales miembros clamaban cuando eran opositores. Ahora son privatizadores.
Comenzaron con la concesión de carriles a empresas con las que mantienen oscuros convenios para cobrar el estacionamiento callejero.
Instalaron parquímetros. Y junto con los empleados de los concesionarios privados destacaron a miembros de los cuerpos policiacos para colocar inmovilizadores –“arañas”, les decimos popularmente–, los primeros, y levantar multas que el automovilista debe pagar de inmediato, los segundos.
Y a raíz de la pandemia de Covid-19, privatizaron a restauranteros y todo tipo de loncherías, cafeterías y comederos otro de los carriles para que en ellos se levantaran estructuras de madera, grandes macetones con plantas de ornato, para ampliar sus negocios al aire libre. Y lo que era temporal se volvió permanente, pues ya sin riesgos sanitarios siguen autorizando estas ampliaciones sobre la vía pública.
De suyo, la ciudad ya no era para los viandantes porque, aún desde antes del predominio de la 4T, las autoridades ya cobraban “cuotas” a los vendedores ambulantes –que también son iniciativa privada– para que colocaran sus vendimias sobre las banquetas que, para no variar, también están en pésimas condiciones y son un peligro para quienes caminan sobre ellas.
Ahora la vía pública ya no es pública. A los automovilistas ya les dejaron un solo carril para circular. En muchas zonas y colonias, las calles ya están rentadas al sector privado.
@AndySKBrown1
* Pseudónimo bajo el que se redactan informaciones aportadas por los colaboradores y lectores del portal Índice Político.