CIUDAD DE MÉXICO.- Imagina que reservas unas vacaciones soñadas: una playa virgen, un hotel boutique y paisajes que parecen sacados de una película. Pero al llegar descubres que el lugar jamás existió. Suena imposible, pero es real: cada vez más viajeros están cayendo en trampas creadas por inteligencia artificial, que genera destinos turísticos falsos con lujo de detalle.
Los sistemas de IA, capaces de crear textos, imágenes y reseñas realistas, se han convertido en una herramienta popular para planificar viajes. Sin embargo, al combinar información y nombres de lugares sin verificación, pueden inventar sitios que nunca han existido. El resultado: viajeros que terminan pagando por experiencias que solo viven dentro de un algoritmo.
Uno de los casos más ilustrativos ocurrió en los Andes peruanos. Según reportó la BBC, dos turistas, emocionados y con teléfonos en mano, mostraron al guía Miguel Ángel Góngora Meza, fundador de Evolution Treks Perú, sus planes para visitar el Cañón Sagrado de Humantay, un destino que sonaba majestuoso, espiritual y… completamente ficticio.
“Me enseñaron la captura de pantalla redactada con seguridad y llena de adjetivos vívidos, pero no era cierta. ¡No existe ningún Cañón Sagrado de Humantay!”, explicó Góngora. Los viajeros habían pagado 160 dólares para terminar abandonados en una carretera rural sin destino real.
“Este tipo de información errónea es peligrosa en Perú”, advirtió el guía. “Cuando usas ChatGPT para combinar nombres e imágenes, puedes encontrarte a 4.000 metros de altitud sin oxígeno ni señal telefónica”.
El fenómeno no es aislado. Según una encuesta de Global Rescue (2025), el 24% de los turistas ya utiliza IA para planificar sus viajes, cifra que se dispara al 40% entre menores de 35 años, frente a solo 20% entre mayores de 55. El uso se duplicó desde 2024, evidenciando que los viajeros más jóvenes confían más en las recomendaciones automatizadas.
Incluso quienes visitan destinos reales pueden enfrentarse a errores generados por IA. Dana Yao, turista en Japón, contó a la BBC que ChatGPT le indicó mal el horario del último teleférico del monte Misen. “Nos quedamos atrapados en la cima de la montaña”, relató.
La lección es clara: la IA puede ser una gran aliada para planear viajes, pero no debe sustituir la verificación humana. Antes de reservar, conviene revisar mapas reales, consultar fuentes oficiales y desconfiar de lugares que suenen demasiado perfectos para ser verdad.
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AM.Mx/kmj