CIUDAD DE MÉXICO.- Una nueva falla geológica ha sido identificada en el poniente de la Ciudad de México, lo que podría explicar parte de la reciente actividad sísmica registrada en la capital. El hallazgo, realizado por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), confirma la presencia de un punto de debilidad en el subsuelo que requiere atención y monitoreo constante.
De acuerdo con AS México el nuevo sistema de fracturas se encuentra en la alcaldía Álvaro Obregón y ha sido denominado falla Barranca del Muerto. De acuerdo con los investigadores, se localiza a más de un kilómetro de profundidad y fue responsable de los microsismos ocurridos el 10 y 11 de mayo de 2023, con magnitudes que oscilaron entre 3 y 1 en la escala de Richter.
Estos movimientos telúricos llamaron la atención de los vecinos porque ocurrieron sin previo aviso y sin activación de la alerta sísmica, ya que por su magnitud no alcanzaron el umbral requerido para detonar el sistema de alarma.
Vecinos como Paola Thompson recuerdan con claridad esos días: “Una noche sentí bastante el sismo y dije qué raro que no haya sonado la alarma. Ahí supe que existían microsismos”, expresó en entrevista con N+.
El coordinador de Ingeniería Sismológica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Leonardo Ramírez, aclaró que estas fallas no son recientes, sino que han estado presentes durante mucho tiempo. El valor del hallazgo radica en que ahora se conoce su ubicación exacta y se pueden diseñar protocolos de prevención.
El coordinador de Ingeniería Sismológica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Leonardo Ramírez, aclaró que estas fallas no son recientes, sino que han estado presentes durante mucho tiempo. El valor del hallazgo radica en que ahora se conoce su ubicación exacta y se pueden diseñar protocolos de prevención.
“No significa que al descubrirlas va a empezar a temblar. Al conocer esta información podemos decirle a la gente cuál es la sacudida más grande que podemos esperar y cómo actuar”, explicó.
Daños en edificios y preocupación vecinal
Los microsismos de 2023 y 2024 dejaron daños estructurales en al menos 16 edificios, particularmente en la zona de Mixcoac. Grietas en muros, fisuras en plafones y afectaciones en fachadas fueron algunos de los problemas reportados.
En el caso de Paola Thompson, su departamento presentó daños visibles: “Todo mi departamento estaba agrietado, no sabía si era habitable o no”. Con el tiempo decidió reparar las afectaciones y mantenerse atenta ante cualquier nuevo movimiento.
A pesar del miedo inicial, afirma sentirse más tranquila tras conocer que la presencia de fallas es común en diferentes puntos de la capital: “Hace un año sentía mucha inseguridad, como de todas las calles de la ciudad tenía que ser la falla aquí. Ahora me siento más tranquila porque hay fallas en toda la ciudad”.
Para René Chávez, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, este tipo de estudios no solo identifican riesgos, sino que ofrecen datos clave para que las autoridades diseñen planes de respuesta.
“El subsuelo presenta debilidades en esta zona. Seguimos estudiando hasta dónde se extiende la fractura y qué edificios puede poner en riesgo. Las autoridades deben planear qué hacer con esta información”, subrayó.
Incremento en la actividad sísmica
Entre 2023 y 2024, la Ciudad de México registró 186 microsismos, una cifra mayor a la de años anteriores. Aunque la mayoría se concentraron en las alcaldías Álvaro Obregón y Benito Juárez, también se reportaron eventos en Miguel Hidalgo y Magdalena Contreras.
Estos datos muestran que la capital, por su geología, seguirá siendo un punto de atención para sismólogos y autoridades de protección civil.
¿Cuál es el peligro para los habitantes?
Si bien los microsismos tienen una magnitud baja y rara vez provocan daños graves, su repetición puede debilitar estructuras, especialmente en edificios antiguos o con problemas previos de cimentación. Además, generan preocupación entre los vecinos, que en algunos casos temen un evento de mayor magnitud.
Por ello, los especialistas recomiendan:
Revisar periódicamente la estructura de viviendas y edificios.
Reportar daños visibles a las autoridades locales.
Participar en simulacros y capacitaciones sobre protocolos de evacuación.
Mantenerse informados a través de canales oficiales.
AM.MX/fm