Alejandra Munguía Cambrán
⦁ A cualquiera se le frunce si ve a un güey machete en mano.
⦁ Les salió más caro el caldo que las albóndigas.
⦁ CHANCE Y EN NAUCALPAN NO REPRIMAN MANIFESTACIONES PERO ¿QUÉ TAL INTIMIDAN? El pasado viernes, en la explanada del Palacio Municipal de Naucalpan un grupo de vecinos, ¡sí!, encabezados por Esther Tapia ex aspirante a la presidencia local de esa ciudad por Movimiento Ciudadano, realizaron una manifestación ante el descarado huachicoleo y sobre explotación del recurso hídrico que hace el organismo de agua OAPAS de unos de los pozo más importantes de la localidad, el ubicado en el Parque de La Hoja. Posiblemente todo era normal, hasta que a una mente brillante del gobierno municipal, quiero pensar que no fue orden del presidente Isaac Montoya, lo cual por donde lo vean está de la fregada, porque si fue instrucción de él si está cucú y si se lo pasaron por el arco del triunfo está peor, porque entonces sería como mandibulín, nadie lo respeta, lo cual es obvio. Me fui por otro lado, pero el asunto es que sepa a qué imbécil con iniciativa se le ocurrió mandar a los trabajadores a la escalinata de acceso de Palacio Nacional con desbrozadoras que cortaban el césped inexistente de los escalones y a otros con machete en mano impidiendo el paso. No podría estar más de acuerdo con el primer síndico, Jesús Rea, que eso no es represión, pero ¿qué me dice de intimidación?, me imagino encontrarme de frente con un güey, machete en mano. El caso es que en plena sesión de cabildo, esa fue otra, llenaron el salón con trabajadores del municipio para que los inconformes no pudieran ingresar al mismo, se le avisó al ejecutivo local de lo que sucedía fuera. Alguien con más de dos neuronas de frente pensaría que se ausentó para ir a dar la cara a los manifestantes, pero ¡no! huyó como gallina, ya bastante gorda y grasienta para un caldo. Esa falta de sensibilidad política junto con los malos resultados que ha dado, además de los señalamientos de cobro de “diezmos” a los trabajadores de Naucalpan, ponen en riesgo la permanencia su permanencia al frente del municipio, de hecho, se comienza a poner sobre la mesa iniciarle proceso para revocación de mandato.
⦁ LES SALIÓ MÁS CARO EL CALDO QUE LAS ALBÓNDIGAS. En un sexenio donde la censura es más que evidente aunque la presidente lo niegue una y otra vez, el diputado morenista Sergio Gutiérrez Luna pagó caro el berrinche de la también legisladora pero del PT, Diana Karina Barreras, mejor conocida como Dato Protegido. Tienen la piel delgada y se creen tan intocables, merecedores de que se les rinda tributo cuando en realidad son nuestros empleados, porque somos nosotros, quienes cubrimos sus sueldos, los cuales no devengan y en su lugar se dan una vida de lujos que presumen en redes (son idiotas), cuando en la gran mayoría de los hogares andamos de cuenta chiles. El asunto es que ante la ventilada del matrimonio en redes, Gutiérrez Luna no tuvo de otra que solicitar licencia por tiempo indefinido para separarse de su cargo a partir del 1º de agosto. La decisión se da semanas después de que gracias a su berrinchuda esposa, quien obtuvo una sentencia del Tribunal Electoral que obliga a una ciudadana sonorense a ofrecerle disculpas públicas durante un mes por presunta violencia política de género, se pusieron en el ojo del huracán, porque desde entonces en las redes no los han dejado ni a sol ni sombra. Claro, contribuyeron a su caída, porque en lugar de pasar desapercibidos, se dedicaron a postear fotografías donde sobresalen los accesorios de lujo que tanto él como ella utilizan día a día, seguramente, todo ello derivó en la separación del cargo. Buen dice el refrán, el que obra mal se le pudre el animal ¿o no va así?
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