CIUDAD DE MÉXICO.— La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) celebró este miércoles 6 de agosto su última sesión en la historia, lo que “representa el fin de una etapa que marcó sin duda el orden jurídico federal”, afirmó el ministro Javier Láynez Potisek, con la voz entrecortada.
Fue una sesión breve, donde las formalidades dieron paso a las palabras sentidas. “La Segunda Sala cambió la vida de muchos mexicanos”, afirmó Láynez Potisek, en alusión al papel que jugó este órgano, el cual por 30 años estudió y resolvió los asuntos de carácter administrativo y laboral más importantes del país.
“Esta sesión representa el fin de una etapa que marcó sin duda el orden jurídico federal y, a través de sus criterios obligatorios, el orden jurídico local”, manifestó Javier Láynez, quien agradeció a las ministras y ministros que han pasado por ahí, pero sobre todo al equipo que nadie ve: secretarias y secretarios de estudio y cuenta, personal jurisdiccional y administrativo.
Con la voz cortada y tartamudeos, Javier Láynez dijo: “Con respeto y gratitud, declaro cerrada la última sesión de la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación… Gracias”. Tras golpear la mesa con el mazo de juez, los aplausos comenzaron. Así, se da “el fin de una etapa que marcó, sin duda, el orden jurídico federal y, a través de los criterios obligatorios, el orden jurídico local”.
El ministro Láynez Potisek comentó que, desde su creación, esta sala asumió la responsabilidad de atender asuntos de alta importancia y complejidad en temas adminsitrativos, fiscales, laborales, seguridad social y materia agraria con apego a la Constitución.
Algunas de las sentencias más trascendentes emitidas en los últimos por la Suprema Corte se dieron en la Segunda Sala, como el reconocimiento de derechos laborales a personas subcontratadas por el Estado; fallos sobre pensiones que impactaron a millones de trabajadores del IMSS y el ISSSTE, resoluciones que pusieron límites al uso arbitrario de facultades fiscales y, quizá lo más relevante, los criterios a favor de poblaciones vulnerables.
La Segunda Sala fue, además, pionera en aplicar el denominado test de proporcionalidad en casos fiscales, una herramienta que impidió que los contribuyentes fueran sometidos a cargas excesivas sin justificación razonable. También reconoció los derechos agrarios de pueblos originarios frente a megaproyectos, abrió la puerta a la tutela judicial efectiva para miles de personas que antes no encontraban eco en los tribunales.
Sin embargo, la reforma judicial impulsada por Andrés Manuel López Obrador y aprobada por el Congreso terminará con esa etapa. A partir del 1 de septiembre, ya no habrá Salas en la Suprema Corte. Los nuevos ministros elegidos por voto popular se encargarán de resolver todos los asuntos, lo que para muchos representa una concentración excesiva de tareas que podría comprometer la calidad de las resoluciones.
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AM.MX/dsc