Andy S. K. Brown*
CDMX: “estuatuas” y “menumentos”
Sheinbaum, una hija más de AMLO
Desde la ignorancia a la ignominia
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En el constante rejuego entre “progres” y “chairos” ya hubo desquite.
La alcaldesa de Cuauhtémoc Alessandra Rojo de la Vega ordenó quitar las estatuas de Fidel Castro y de Ernesto Guevara de una banca del jardín de la colonia Tabacalera, tal y como la entonces regenta de CDMX, la iconoclasta Claudia Sheinbaum, mandó a retirar la de Cristóbal Colón, en Paseo de la Reforma.
La primera adujo cuestiones administrativas y demandas de vecinos inconformes.
La segunda, en aquel momento, arguyó tres siglos de coloniaje español sobre los aborígenes ¡cuando Colón era genovés y jamás pisó lo que hoy es nuestro territorio!
Retirar figuras metálicas de personajes non gratos tiene un antecedente que, pese a ser reciente, pocos recuerdan.
Miguel Ángel Mancera determinó retirar del Parque de la Amistad, en Chapultepec, la del ex presidente de Azerbaiyán, Heydar Aliyev, por las incontables protestas ciudadanas de ciudadanos y ONG’s que su antecesor en la jefatura del gobierno de CDMX, Marcelo Ebrard, había establecido con la embajada de aquel país para que no sólo remodelaran esa área sobre el Paseo de la Reforma que da entrada a la zona boscosa, también la Plaza de Tlaxcoaque, en la que durante décadas se ubicó la Dirección General de Policía y Tránsito de la capital nacional.
Un mero trato comercial, sin profundidades ideológicas.
Trascendió que el costo de ese acuerdo fue para los azerís de 65 millones de pesos.
Cuando finalmente Mancera escuchó los reclamos tuvo que compensar a la embajada de la antigua república soviética rodeada por el mar Caspio y las montañas del Cáucaso con una mansión en Lomas de Chapultepec, entonces valuada en 36 millones de pesos.
Y cuando la actual presidente formal ordenó que se escondiera quién sabe dónde la estatua del genovés que “descubrió” lo que hoy es América, no hubo compensación para España ni para Italia. Al contrario, comenzaron los ataques insidiosos contra el reino ibérico.
Que Rojo de la Vega indemnice a los cubanos. ¡Ni pensarlo!
Seguramente pensará, como no pocos, que ya les regalamos mucho de nuestro petróleo y, entre varias otras cosas más, subsidiamos a la dictadura a través de la contratación de esclavizados “médicos” isleños que son en realidad promotores de eso que llaman Socialismo del Siglo XXI.
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Tres de los hijos de López Obrador son tabasqueños. El cuarto, su “benjamín”, nació en Ciudad de México.
Este último fin de semana, la 4T –que está casada con el expresidente que aún actúa y ordena como presidente–, parió en Tabasco y López Obrador sonrió feliz, feliz, feliz allá en Palenque, cuando le avisaron del advenimiento de una nueva hija.
“¡Es niña! ¡Es niña!” escuchó poco después de que la chilanga Presidente formal dijo en la violenta entidad del sureste que ya la adoptaron, que es tabasqueña.
¡Otra hija de… AMLO!
¿Ya entendiste Adán López?
Se hereda a los hijos. No a los “hermanos”.
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Más allá de Hermosillo, muy pocos conocían a #LadyDatoProtegido, o sea, a la actual diputada federal Diana Karina Barreras.
Pero en escasos días pasó de la ignorancia a la ignominia.
Usted sabe por qué. Y si no, se lo comento “de nuez”. Demandó a la ciudadana Karla María Estrella por un post en X que, la entonces candidata a una diputación federal mal interpretó que violentaba sus derechos políticos como mujer, al colocarla como esposa del actual presidente del Congreso de la Unión.
Presentó la ahora legisladora demandas en contra del ama de casa antes las instancias jurisdiccionales regional y federal, dominadas por cuatroteros, y ¡milagro!, las ganó.
Así que el TEPJF “castigó a doña Karla María de todos mis respetos a publicar durante 30 días en X una disculpa a Diana Karina y a pagar una multa, pero sin revelar su identidad, cubriendo su ignominia con dos palabras: “Dato Protegido”.
Ignominia, y usted lo sabe, por cierto, se refiere a la vergüenza o deshonra pública. Es una afrenta o desprecio que sufre una persona por una acción considerada indigna o vergonzosa.
Por sus actuaciones ignominiosas tampoco escapan Mónica Soto y sus corifeos Felipes, allá en el Tribunal.
¿Cómo actuarán estos probos e imparciales magistrados –¡no se ría!–, ahora que la ya no ignorada diputada les dijo que con una disculpa de la ciudadana bastaba, cuando ya lleva más de una semana presentándola?
@AndySKBrown1
* Pseudónimo bajo el que se redactan informaciones aportadas por los colaboradores y lectores del portal Índice Político.
