lunes, junio 23, 2025

La Costumbre del Poder: 4T y 2° piso de 13 por ciento

*¿Qué estuvo en juego con la elección de ministros, magistrados y jueces? Nada menos que la credibilidad de la madre de todas las reformas constitucionales, de la 4T y su 2° piso; ahora nos queda claro que únicamente fueron respaldados por ese 13 por ciento de un padrón electoral que ronda los 90 millones; es decir, hemos permitido que nos mientan y nada hacemos para remediarlo; el gobierno de la doctora Sheinbaum Pardo carece de argumentos para justificar su pequeñez porcentual, por más que pregone que fue un éxito

Gregorio Ortega Molina

Desde el punto de vista de la capacidad de convocatoria político-electoral, incluido el llamado a la confianza y la falaz narrativa de que el pueblo lo pidió en junio de 2024, lo ocurrido apenas el primer domingo de junio del presente año, dista mucho de ser un motivo de alborozo, tanto para quienes claman victoria desde el Poder Ejecutivo, como para una oposición que se queda sin argumentos para renovarse y ofrecer lo que los mexicanos necesitamos.

     Lo que queda al descubierto, es que la 4T y su 2° piso son realmente de 13 por ciento, por más que la supuesta aprobación de la doctora Sheinbaum Pardo ronde los 80 puntos, lo que significa que ella misma es la que debe modificar su propuesta, o pronto sus resultados se confundirán con ese absurdo llamado a travestirnos en Dinamarca, como si la voluntad fuese un arma poderosa para cambiar al mundo de acuerdo al capricho de cada quien, o las necesidades de un grupo o un proyecto político que se ha mostrado incapaz de consolidarse en sus diversas vertientes, desde 1917. Los mexicanos solemos traicionar nuestros principios éticos y cívicos, somos poco solidarios y, en general, vemos por nuestro bien y beneficio.

     ¿Qué estuvo en juego con la elección de ministros, magistrados y jueces? Nada menos que la credibilidad de la madre de todas las reformas constitucionales, de la 4T y su 2° piso; ahora nos queda claro que únicamente fueron respaldados por ese 13 por ciento de un padrón electoral que ronda los 90 millones; es decir, hemos permitido que nos mientan y nada hacemos para remediarlo.

     El gobierno de la doctora Sheinbaum Pardo carece de argumentos para justificar su pequeñez porcentual, por más que pregone que fue un éxito. Por su parte, la oposición no puede vestirse de un traje que le queda enorme, pues organizó una marcha, nutrida, sí, pero no apabullante, ya los partidos tradicionales no pueden motivar ni a sus militantes.

     Lo que se nos muestra, es que el modo, el modelo del quehacer político debe, desde su origen y para, de una buena vez, concebir de nuevo el proyecto de nación que, desde la supuesta gesta de independencia, es traicionado por sus vigilantes, al descubrir el fácil camino de la corrupción y la impunidad. Hay quienes pagaron con su vida, como Álvaro Obregón.

     Ni tirios ni troyanos pueden o deben festejar ese 13 por ciento, que es una vergüenza nacional.

www.gregorioortega.blog                                               @OrtegaGregorio

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