Por José Cruz Delgado
No me imagino el dolor y la desesperación que han de sentir los familiares de las personas desaparecidas, pero sé lo que se siente que le arrebaten la vida a un hijo de manera ruin y cobarde, así como ruines y cobardes son aquellos que secuestran y desaparecen un familiar, pero también son ruines y cobardes quienes dicen ejercen la autoridad y la justicia y pecan de omisos, les vale madre, a tal grado que hasta niegan que haya personas desaparecidas.
Quienes tienen el poder en sus manos son insensible ante el dolor y la frustración de los familiares que día a día se parten la madre con pico y pala buscando a sus seres queridos, quieren encontrarlos vivos o muertos para darles cristiana sepultura. Rosa Icela, la titular de Gobernación federal se ha reunido con colectivos de madres y padres buscadores, pero hasta ahí, pero quienes buscan a sus familiares vieron una pequeña lus al fondo del túnel, pero dudo, ojalá me equivoque que el gobierno federal encabece una búsqueda junto con los colectivos, no, no creo que se vayan a ensuciar sus zapatos, no es lo suyo, lo suyo es prometer, anunciar lo que se les ocurra a través de nombres, en ocasiones hasta ridículos, pero de cumplir, eso no va con el partido en el poder (Morena).
Pero más pena y vergüenza dan quienes se rajan las vestiduras por las y los desaparecidos, pero lo hacen para sacar raja política.
Ahí está el ejemplo de la diputada panista Teresita Herrera Maldonado, coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN en Michoacán, quien durante sesión del Congreso local abordó el tema de la crisis de desapariciones forzadas que enfrenta el país, desde donde dijo que es indispensable escuchar a las madres buscadoras y no dar la espalda a las más de 100 mil personas desaparecidas en México, lo que se convirtió en una crisis humanitaria sin precedentes, pero nunca se le ha visto acompañar a los colectivos de madres en la búsqueda de sus hijos, esposos o otro familiar, de que sirve dar cifras, eso ya todo mundo lo sabe, no es nada nuevo. Ojalá la veamos un día con pico y pala al lado de las madres buscadoras, pero júrelo que eso nunca va a suceder, es puro oportunismo político. Nunca se le ha visto acompañarlas a la Fiscalía para que aceleren las investigaciones de las y los desaparecidos.
Es muy fácil lanzar discursos desde la comodidad de la camara de diputados. Demagogia pura y nada más, discursos bonitos pero nada de acción.
Otro demagogo es el líder del morenismo en Michoacán, Jesús Mora, que como vocero oficial del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla aplaude como foca.
Y miente, pues la decisión de prohibir espectáculos que hagan apología del delito en Michoacán no fue más runa pose demagógica para quedar bien ante su patrona Claudia Sehimbaum.
Si había una necesidad urgente de reconstruir el tejido social ¿por qué no.lo hizo antes el gobernador?
Jesús Mora señaló que la actual situación de inseguridad que vive el país tiene raíces profundas en la estrategia fallida de guerra contra el narcotráfico implementada por los gobiernos neoliberales, estrategia que solo generó dolor, fragmentación social y más violencia, pero no dijo nada de la fallida estrategia de “abrazos y no balazos” que implementó Andrés Manuel López Obrador.
No dijo nada de que se les protegió porque también tenían derechos, pero ¿y las derechos de las víctimas?
¡Hipócrita!
Miente, en el gobierno de Ramírez Bedolla no se ha dado ni un paso hacia la paz, todo lo contrario, el estado está echo pedazos y cubierto de sangre por tanta violencia ejecuciones.
El PAN Michoacán asegura que el
estado se ubica en el lugar número 10 en riesgo de reclutamiento de menores de edad a grupos del crimen organizado, ¿y?
Dígame cómo va a frenar ese delito.
En sus locuras el loco de Donald Trump dice verdades, como esa de que México le tiene miedo a los cárteles que controlan grandes regiones del territorio. No se equivoca, y eso de que busca ayudar a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para combatir al crimen organizado es una burla, juega con ella como quiere.
Y eso que dice que se lleva muy bien con ella, que la quiere mucho.
Puro amor apache.
